El Alzheimer se caracteriza por pérdida de neuronas y de conexiones entre las mismas en la corteza cerebral, lo cual genera cambios, principalmente cognitivos, es decir, en los procesos mentales que no tienen que ver con el estado de conciencia; pérdida de la memoria, de abstracción, pérdida de capacidad de síntesis y análisis.
“Es un problema muy serio, se trata de una demencia, es decir, pérdida de la memoria que merma las actividades del paciente en su vida social, laboral y familiar”, dijo la doctora Maritza Jaqueline Valadez Márquez, neuróloga clínica de
la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El Alzheimer empeora al pasar el tiempo y es fatal. Otros síntomas son confusión, desorientación en lugares conocidos, colocación de objetos fuera de lugar, y problemas con el habla y/o la escritura.
Existen también las demencias vasculares por enfermedad vascular cerebral, frontotemporal de origen hereditario, mixtas con parte de ambas, demencia asociada a Párkinson, entre otras, pero es la de Alzheimer la más común.
Los síntomas son más notorios en pacientes mayores de 65 años de edad, aunque existen pacientes más jóvenes que padecen demencia de inicio temprano.
Olvidan cosas cotidianas como las llaves de la casa, la cartera, no sabe cómo ponerse los zapatos, se abotona mal la camisa, no sabe cómo comer y otras cosas de la vida diaria.
Al referirse al tratamiento, indicó que no hay cura, pero los medicamentos y las estrategias de control pueden mejorar los síntomas temporalmente.
Ante ello, la especialista del IMSS comentó que es muy importante que los familiares del paciente conozcan el padecimiento para saber cómo afrontarlo y sobre todo cómo apoyar a la persona, ya que es un padecimiento muy complejo.
Resaltó la importancia de que el paciente sea tratado por un especialista.