Don Lázaro Orozco quien nació un 17 de diciembre de 1933 murió en las primeras horas de la tarde de este martes 30 de junio de 2019. Se distinguió en la década de los 60´s por ser el Judas Negro en la representación de la tradicional Judea de Hermenegildo Bustos de Purísima del Rincón.
Anécdotas hay muchas por contar de su figura y renombre de purisimense destacado, este año se estaban cumpliendo 50 años cuando atado en lo alto de la horca, la cuerda se reventó en plena Judea y Don Lázaro Orozco fue a dar al suelo con lesiones leves.
Contaba él mismo que “estaba en su apogeo” cuando representó al Judas en la horca, la cuerda que se reventó “nada más tenía 15 años de haber estado en uso cada año… sabe por qué se trozaría el sol, el desgaste…”.
Don Lázaro Orozco comenzó a participar en la Judea desde 1948, y hacia 1962 su gusto lo llevó a producir y crear las réplicas de las máscaras de la Judea de Hermenegildo Bustos, y mientras las caretas originales se guardaban en la vitrina, la mascarería de Don Lázaro circulaba en el Cervantino.
Nacido en la festividad de San Lázaro de Betania, y fallecido en la festividad de Santa María de Jesús Sacramentado Venegas (primer santa mexicana) a sus 85 años, Don Lázaro pasó a mejor vida a causa de un infarto. Ahora le sobreviven su hija María Guadalupe Orozco Vázquez y 3 nietos.
La Judea de Purísima queda con un hueco. Aunque los purisimenses no se quedaron con las ganas de homenajear a uno de sus mejores exponentes, pues en el año de 2015 fue premiado por propuesta de ciudadanos en convocatoria de Gobierno del Estado al premio Creadores Populares de Guanajuato, en la categoría de mascarería. Don Lázaro fue pionero en la reproducción del tallado de máscaras, por lo que es reconocido en esta fina y delicada labor.
El Instituto Estatal de la Cultura a través del Centro de las Artes de Guanajuato, realizó la entrega de los reconocimientos a los artesanos populares del Estado, en el Sexto Homenaje a Creadores Populares el día 13 de agosto de 2015, en el Teatro Juárez de la ciudad de Guanajuato, ahí los purisimenses le aplaudieron fuerte, como lo hacen hoy para acompañarlo en su última morada.
Don Lázaro fue hijo de Demetrio Orozco y de Rosa Franco; trabajo en diversos oficios, se dedicó a la siembra y desde pequeño apoyaba a espantar los pájaros en el campo de cultivo, su padre era matancero y aprendió el oficio.