Por: Verónica Valadez

 

El cambio climático nos está alcanzado, hace unos cuantos años veíamos esta posibilidad como remota y lejana, pero nadie puede negar que la necesidad de transformar nuestros hábitos de vida ha llegado, y si no lo hacemos, estaremos presenciando una tragedia natural mundial sin precedente.

México es un país en el que más del 80% de la producción de energía se maneja a través del uso de combustibles fósiles, lo anterior de acuerdo a información proporcionada la Secretaría de Energía (SENER); y lo más preocupante es que el actual gobierno siga apostando por proyectos que no suman para optar por energías limpias y renovables, como es el caso de la refinería de “Dos Bocas” en Tabasco.

Las nuevas generaciones debemos ser conscientes de que no es posible vivir ignorando la problemática, ya que de hacerlo, estaremos condenando el futuro de México y de la humanidad a la inmundicia.

La humanidad ya no tiene tiempo para detenerse a pensar en proyectos lejanos, ni tampoco en programas que posterguen medidas ambientales, hoy debe ser el día de transformación, hoy debe ser el momento de buscar alternativas para una vida mejor, para preservar nuestras especies que se están extinguiendo ante nuestros ojos sin que hagamos nada para mantenerlas en este planeta.

No es cuestión de política o de moralidad, es cuestión de humanidad, de compromiso y de responsabilidad social, ¿cuándo entenderemos que por encima de este tipo de necesidades está el de mantener un mundo vivo, un hábitat que nos permita trascender como seres humanos?

No posterguemos más el cambio en nuestras vidas, no dejemos que nos extinga el cambio climático.