No adaptarse a tiempo puede significar la extinción

¿Quién no tuvo la oportunidad de tomar una foto con las míticas cámaras de Kodak?

Son muy pocos los que hoy por hoy no recuerden con cierta nostalgia a la empresa de equipos fotográficos, sin embargo y hasta que el tiempo nos demuestre lo contrario, la empresa ha pasado a la historia como la compañía que teniendo todo a su favor, un día quebró por no conseguir adaptarse a los nuevos tiempos.  

Kodak a sus cien años de existencia vendía el 85 por ciento de las cámaras de fotos en todo el mundo y el 90 por ciento de las películas a nivel global; fue la responsable de modificar la forma de ver nuestros recuerdos y de conservarlos.

Básicamente desde 1928 todas las películas galardonadas a un Oscar tenían en común haber sido grabadas con Kodak, siendo la marca creadora de las primeras cámaras digitales e incluso participando junto al FBI en la creación de las primeras cámaras espía.

Pero todo cambió a la entrada de los teléfonos digitales, haciendo que el revelado de las fotos pasará a formar parte de un pequeño núcleo del mercado, afectando especialmente a la fuente principal de las ganancias de la compañía e iniciando con ello su triste caída.

Sin embargo, la historia habría sido muy distinta si la empresa hubiera tenido en cuenta tres aspectos fundamentales: Innovación, diversificación y sobre todo, disposición al cambio, ya que a pesar de que las condiciones del mercado eran completamente distintas, la empresa se empeñó en continuar el mismo camino, dejando a la marca en el punto en el que se encuentra ahora, un gigante al que se ha visto caer y al que no se espera ver en pie con el mismo esplendor que en sus años de antaño.  

En nuestro siguiente post hablaremos de cómo mantenernos atentos para evitar lo sucedido a Kodak.