En 1979 la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) anunció que el 16 de octubre de cada año se conmemore el Día Mundial de la Alimentación, hecho por el cual, el Dr. Andrés Cruz Hernández, Investigador de Tiempo Completo de la Escuela de Agronomía De La Salle Bajío, comparte un interesante panorama sobre cómo se encuentra la alimentación en el mundo.
El Profesor, plantea el siguiente cuestionamiento: ¿Cómo alimentar a 9 mil millones de habitantes?; “Esta es una pregunta que desde hace unas décadas se han realizado las diferentes instancias relacionadas con la producción y suministro de los alimentos”.
Explicó que, desde la década de 1990 la FAO planteó el crecimiento poblacional, en 9 mil millones de habitantes para la década de 2020 y aunque no se ha llegado a este número si será en décadas próximas cuando se alcance esta cifra; “actualmente somos cerca de 8 mil millones de habitantes y al final de siglo alcanzaremos más de los 10 mil millones de seres humanos.
Otra de las características será el lugar donde habite este número de habitantes, se estima que el 70 por ciento de la población se concentre en las ciudades para el año 2050, asimismo será necesario duplicar la producción de alimentos.
Esto dará origen a cambios en los sistemas de producción agrícolas, que tendrán que centrarse en la producción en las ciudades en algo que se conoce ahora como agricultura urbana”.
Afirmó también, que en algunas publicaciones y foros se han hecho propuestas para enfrentar estos desafíos y la FAO ya desarrolla proyectos para cumplir con estas necesidades alimenticias,
Las primeras iniciativas involucran la modernización agrícola, la producción en interiores, el cambio de dietas y la disminución de los desperdicios.
“Para el caso de agricultura urbana, que se refiere a la agricultura en espacios dentro de las ciudades y pueblos, tales como los traspatios, terrazas y azoteas de edificios; las ventajas que señala el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), son que enriquece la dieta familiar, crea áreas verdes, genera ingresos a familias en situación de pobreza y hace un uso sustentable de los recursos naturales, respetando el saber y las tradiciones locales”, comentó el experto.
El Dr. Cruz aseguró que, esta forma de producción involucra diferentes tecnologías como cultivo en invernaderos, hidroponía, cultivo de interiores y agricultura vertical.
A través de un plan de ciudades verdes la FAO ha logrado establecer el proyecto de agricultura urbana y periurbana en ciudades de varios países latinoamericanos como Cuba, México, Honduras, Nicaragua, Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil, que generó como resultado la disminución de la contaminación en hasta un 30%, y la disminución de la desnutrición en niños y adultos.
También dijo que, aunque está desarrollándose como un plan inicial, este luce prometedor para mejorar las condiciones ambientales y de nutrición de la población en las ciudades.
“Hay dos enfoques importantes que llaman la atención: el cambio de dietas y la disminución de desperdicios. Para el primer caso, el fundamento consiste en dos argumentos, por un lado, la huella hídrica, que se refiere a la cantidad de agua para generar un alimento. En el caso del consumo de carne roja, el requerimiento de agua para producir un pedazo de 200 gramos requiere de al menos 1 mil 500 litros de agua, además de que se ha relacionado el consumo de carne con el desarrollo de cáncer de colon.
Estos hallazgos han motivado la propuesta para buscar nuevas fuentes de proteínas que sustituyan las provistas por la carne roja, incluso hay compañías que han desarrollado otras fuentes de producción de proteína animal a través de cultivo in vitro, o bien sustitutos de la proteína animal con proteína vegetal”, aseguró el Dr. Andrés Cruz.
Con respecto a la reducción de desperdicios, el experto aseveró que, se sabe que en el planeta se desperdicia el 30 por ciento de los alimentos, aunque en algunos lugares puede llegar hasta el 50 por ciento.
Las razones entre otras cosas no son solo los alimentos no consumidos frescos, si no también se incluyen las partes no comestibles de las plantas y árboles dedicados a los alimentos.
“En México, nuevamente la FAO ha establecido un programa piloto para la disminución de desperdicios en las centrales de abasto más grandes del país, con el fin de disminuir las perdidas en estos lugares y que puedan tener un mayor provecho con las diferentes instituciones como los bancos de alimentos.
También se están desarrollando estrategias con restaurantes para generar recetas que puedan favorecer el uso de las partes no comestibles o en nuevas presentaciones de los alimentos a fin de disminuir este efecto de desperdicio”, explicó.
En este sentido, el Profesor compartió algunas iniciativas que se pueden implementar en contra de la desnutrición y el hambre: Educación con enfoque en la nutrición, a fin de disminuir los problemas relacionados con padecimientos como obesidad, diabetes; Desarrollo de un programa de huertos urbanos en barrios y escuelas; Ligar los bancos de alimentos a las campañas para disminución de desperdicios; Programa de intercambio y venta directa de los productores con los consumidores y programas de educación para cuidado de los recursos naturales.
“Acciones simples que pueden incorporarse en un corto y mediano plazo, que pueden ayudar de forma significativa”, concluyó.
Fuentes recomendadas por el Profesor Investigador:
FAO. Agenda de la Alimentación Urbana. https://www.fao.org/urban-food-agenda/es/
FAO. Iniciativa mundial sobre la reducción de las pérdidas y el desperdicio de alimentos. https://www.fao.org/save-food/es/
Martínez Dávila . 2022. La población mundial llegará a 8.000 millones el 15 de noviembre de 2022. https://mexico.un.org/es/189764-la-poblacion-mundial-llegara-8000-millones-el-15-de-noviembre-de-2022