El Centro de Estudios de Aguas Continentales (CETAC) organizó una muestra de las iluminaciones y del orden a seguir en su realización, con la idea de multiplicar su reproducción en los diferentes días del programa de iluminaciones comandado por cada familia en la ciudad.

Ya que, además de mantener y reforzar el arraigo de las tradiciones en las familias de Purísima, las iluminaciones locales se convocan en convivencia social, con identidad y con el cuidado ambiental.

«Las iluminaciones de Purísima ya están presentes entre la comunidad, lo mismo en las calles que tradicionalmente se iluminan, como en el reforzamiento de la costumbre y tradición por la Inmaculada Concepción a través de acciones de muestra y concientización», destacaron.

Las bases que se han convocado para participar este año en el concurso de las Iluminaciones son decorar las puertas y ventanas con papel picado en color azul y blanco, iluminar con farolitos las paredes o con las estrellas tradicionales, igualmente se pueden utilizar arcos de carrizo adornados.

«Los ponches se compartirán en ollas de barro, primero porque la costumbre comenzó con ollas de barro y es parte de la esencia; y en segundo lugar considero que debemos contribuir a reducir la generación de desperdicios en una acción por cuidar la limpieza, dando prioridad a la calidad del medio ambiente en que vivimos», señalo Gerardo Reyes López, director de Casa de la Cultura.

Es opcional que las familias ofrezcan tamales u ojuelos como parte de la convivencia después de visitar el altar.

Y aunque estas son recomendaciones a remarcar a quienes participan en el concurso de mejor Iluminación, el ideal es que todos lo sigamos como parte de la identidad de Purísima a vivir en armonía.