La neumonía es una infección del aparato respiratorio en la cual está involucrado el tejido pulmonar, no sólo los bronquios y las vías aéreas superiores; en resumen, se infecta el tejido.

“La causa principal es la presencia de bacterias y virus; entre los síntomas se encuentra la fiebre, ataque al estado general, tos con flema generalmente de aspecto parecida a la pus y presencia de sangre, en casos más graves el paciente desarrolla dificultad para respirar”, señaló el doctor Julio Becerra Chiu, neumólogo de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 1, del IMSS.

Este padecimiento es contagioso y se transmite por la saliva que se emite al toser o estornudar, incluso al hablar, y de no ser atendido en tiempo o de manera adecuada, puede evolucionar hasta la muerte del paciente.

Los grupos de edad más vulnerables ante la neumonía son los menores de 2 años de edad y los mayores de 65; por lo que generalmente se incrementa el número de casos en la temporada de invierno.

Además de la edad, existen factores de riesgo que predisponen a la persona a padecer neumonía, como diabetes mellitus, hipertensión arterial, cáncer, obesidad y otras enfermedades que disminuyen el sistema inmunológico del paciente.

Las personas que están en edad de riesgo deben vacunarse contra neumonía e influenza; además deben realizar los cuidados de sentido común como abrigarse, en la medida de lo posible no acudir a lugares concurridos, cubrir boca y nariz al toser y estornudar, lavado de manos frecuente, entre otras.

Recomendó a los pacientes seguir al pie de la letra sus tratamientos y a la población en general mantener los cuidados mencionados, así como evitar la automedicación.

El especialista del IMSS indicó que durante el invierno, en el servicio de neumología de la UMAE No. 1, hasta el 80 por ciento de las consultas son por neumonía.