Un gobierno más llega  a su fin, cada ciudadano hace su balance financiero personal, te preguntas: ¿Tengo más? ¿Tengo menos? ¿Debo más? ¿Debo menos? ¿Me deben más? ¿Me deben menos?, haces un pequeño ejercicio de conciencia con el único fin de evaluar tu situación económica y social. ¿Trabajas más por más? O ¿Trabajas más por menos?

Dos factores de desempeño tienden a darles sentido a estas interrogantes planteadas.

El primero es: Tú desempeño personal; es decir, me levanto más temprano, trabajo con las manos, la mente y el corazón. Me alimento de mejor manera, soy un buen jefe, colaborador o trabajador, doy el máximo dentro de mis posibilidades, descanso lo suficiente, cuido lo que gasto, ahorro o despilfarro, tengo metas claras o transito la vida sin mayor expectativa.

El segundo factor y no menos importante es: El desempeño de las políticas públicas que afectan este jueguito llamado economía.

Es evidente que los precios de los combustibles fósiles han subido, es verdad que la canasta básica se ha triplicado en costo, por ejemplo: las tortillas, recuerdo ir a la tortillería por 1kg a $5 pesos, recuerdo ir por 1 kg a $10 pesos, el día de hoy vale $15 pesos.

No tienes que ser un economista graduado de una gran universidad para entenderlo, cada vez nos cuesta más la vida.

La pregunta es: ¿Nos estamos acercando a la realidad de lo que valen las cosas o estamos pagando de más?

Intentaré hacer un ejercicio en el que usaremos nuestra imaginación para tratar de entender lo que acontece.

En el caso de México, país en vías de desarrollo, es importante notar el aspecto geográfico, no sólo somos socios de la economía del Norte de América; si no, que dependemos al 90% de la economía de Estados Unidos de América; es decir, dependemos de ellos al igual que un niño de 6 años depende de sus padres.

Estados Unidos nos apoya comprando de nosotros mercancías, materias primas, alimentos, productos agrícolas y ganadería. Nos presta el dinero para que financiemos nuestros proyectos familiares y empresariales, bueno hasta le presta dinero al gobierno cuando no tiene para la nómina de los empleados. Cuando los gobernadores asaltan las arcas, Estados Unidos nos hecha la mano. Es importante notar que todo el dinero de la economía de Norte América pertenece de alguna forma a Estados Unidos a través del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, fachadas del Banco Central y más importante del mundo, pero esa ya es otra historia.

Volvamos a nuestro ejercicio:

-¡Papá!, ¡papá!, ya soy grande.

Exclama, el joven México.

-Ya quiero ser independiente como tú y tomar mis propias decisiones.

-Está bien hijo vamos a intentarlo.

-Hijo, tendrás que saber que yo he puesto la mayor parte del dinero usado en tu desarrollo, porque tú aún no produces lo suficiente, aún tienes fugas o falta de educación para administrarte como un adulto, es probable que te enfrentes a la realidad y pueda ser doloroso, puede ser que te quedes sin comer algunos días, puede ser que tengas que dormir en la calle algún tiempo, puede ser que tu ropa se desgaste y no puedas comprar nueva.

-No importa papá, quiero intentarlo.

-Sólo quiero que sepas que cada vez que vengas a mí a pedirme dinero para completar tus transacciones debido a tu inconciencia e inexperiencia te cobraré el 2% mensual.

-Si papá está bien lo voy a lograr.

Así se dio el Tratado de Libre Comercio firmado en diciembre de 1992, que entró en vigor el 1° de enero de 1994, muchos recordarán esa época por una devaluación del peso.

Muchos mexicanos nos hemos visto beneficiados por esta situación, los preparados para competir y los decididos a superarse. Por otro lado, millones de mexicanos pasamos a engrosar las filas de la pobreza, esta loza que es prácticamente imposible de levantar, que toma generaciones completas en encontrar la salida.

Volvamos a nuestro ejercicio.

En 2012 empresarios y políticos vieron la posibilidad de vender y comprar hidrocarburos y sus derivados a través del sector privado, una actividad de países primermundistas. Impulsaron la reforma energética. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos lo prohibía debido a que el mexicano promedio carecía de la educación y experiencia para hacer suyo este negocio; es decir, sabíamos ordeñar vacas y sembrar la tierra pero no sabíamos extraer petróleo y ponerlo en barriles telefonear a John Rockefeller fundador de la Standard Oil y producir un acuerdo que nos conviniera, llamar a Haman Bin Khalifa Al Thani jeque árabe, poseedor de una de las fortunas más vastas de la región y decirle: Haman ya está listo el petróleo carnal, hazme una transferencia electrónica a una cuenta en Islas Caimán aquí Bancoppel me da acceso a ese dinero. No sabemos retener el gas natural, refinar el petróleo y mandarle un whatsapp a Román Abramóvich, dueño del Chelsea de Inglaterra y escribirle: Román deposítanos para la nómina campeón, ya quedó listo tu gas natural manda por él. Estos tratos están reservados para la aristocracia, eran para los gobernantes en turno, extranjeros con visión y uno que otro mexicano emprendedor.

 

-¡Papá!, ¡papá!, quiero vender y comprar petróleo como tú.

-Ok, hijo, como ya te estas convirtiendo en un hombre, tendrás que pagar lo que valen las cosas, claro está que no te voy a cobrar todo de golpe, todo lo que he invertido en tu desarrollo y todo lo que te he prestado porque tienes pérdidas en tu administración, así pues lo que haremos es lo siguiente: Tu tipo de cambio será distinto ahora que buscas competir contra mí, de aquí en adelante por cada dólar que te preste me vas a dar $20 pesos así de esta manera me vas a ir pagando por todo lo que te he prestado, tendrás que esforzarte más y también tus trabajadores, pero ya tendrán la oportunidad de negociar sus petroquímicos de manera independiente.

-Arre papá, muy bien.

-Y como tu billete de $20 pesos ya no ajusta ni para un dólar quítalo, ¿Para qué lo quieres? Y hazme un favor crea un billete que tenga el mismo valor que mi billete de $100 dólares ($2,000 pesos).

-Ok papá. ¿Pero por qué?

-Ya lo entenderás hijo…

 

Moraleja

    Vivir en esta región cuesta Dólares, no pesos.