Cuando dejamos para mañana, lo que pudimos haber hecho hoy

 

¿Quién de nosotros no ha procastinado? es una situación muy común en las personas. Proviene del latín procrastinare y por tanto, diremos que proes adelante, y crastinushace referencia al futuro. Se puede entender como, dejar para el futuro aquello que sabes que tienes que hacer en el presente.

 

Pero ¿Por qué lo hacemos? básicamente estás ideas son las principales:

        -El grado de dificultad de la tarea a realizar.

        -Por enfrentarse a tareas tediosas o aburridas

        -Cuando trabaja desde casa, porque estás en tu zona de confort y es tan fácil distraerse o entretenerse con cualquier otra actividad, que la que tendría que atenerse por prioridad.

        -No hay grado de dificultad y por lo tanto, como es algo tan sencillo, que sabes que lo puedes terminar en cualquier momento, lo dejas de largo.

    -Tareas poco definidas. No sabes por donde empezar.

 

Procastinar no es malo, pero lo es cuando se convierte en hábito. Si lo haces, tus tareas se alargan indefinidamente y acabas agobiado y estresado.

 

¿Qué puedes hacer para ir dejando el hábito de procastinar ?

  1. Planifica, se escucha muy obvio pero para esto tienes que ser muy fiel a lo que estás por hacer, por lo tanto toma una hoja en blanco y escribe lo que tienes que hacer
  2. Tareas con límite de tiempo, una vez que ya tengas redactada, la lista de pendientes a cada uno asígnale un tiempo y respétalo. De este modo te propondrás a dedicarte física y mentalmente a dicha tarea.
  3. Divide y vencerás, de toda tu lista de tareas, toma la que tiene mayor complejidad y hazla primero, las demás que son más fácil de terminar, no sentirás el agobio, ya que cada una poco a poco, se irá resolviendo. A que empieces con las fáciles y ya cuando estés cansado, te faltará la más pesada de todas. Así que para evitar a que se dé el hastío, comienza con las tareas más sencillas.

 

Repito que procastinar no es malo, pero cuando un niño está en formación de hábitos, es muy fácil que dejen a un lado sus responsabildades. De lo contrario, la procastinación afecta nuestro desempeño académico o laboral, según sea el caso.

No es fácil dejar la comodidad de dejar asuntos pendiente para otra ocasión, pero si tenemos jóvenes o niños allegados a nosotros. Ellos aprenden estos comportamientos, de nosotros, los adultos, depende que los más jóvenes se hagan de hábitos que los ayuden a su desarrollo integral, un desarrollo para la vida. No es una tarea fácil, pero ya sabes lo que dicen: La práctica hace al maestro.