El pasado 21 de junio conmemoramos el Día Mundial contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), enfermedad catalogada como degenerativa e incapacitante.

La Esclerosis Lateral Amiotrófica, o ELA, es una enfermedad degenerativa progresiva del sistema nervioso que ataca a las células nerviosas (neuronas) que están en el cerebro y la médula espinal. Estas neuronas son las encargada de transmitir mensajes desde el cerebro y la médula espinal hacia los músculos voluntarios, por lo que podemos controlar, brazos y  piernas.

Aquellas personas afectadas por la ELA, al principio, tienen problemas musculares leves y algunas personas notan problemas para caminar o correr, escribir y hablar.   

El doctor César Britney Báez, jefe del Departamento Clínico de Medicina Interna 1, de la Unidad de Médica de Alta Especialidad No. 1, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en León, Guanajuato, explicó que entre un paciente y otro los síntomas son variables pero, los más tempranos son fatiga y debilidad.

Estas afecciones aumentan conforme pasa el tiempo y el grado de la enfermedad, por lo pasan de molestias, hasta llegar a tropezar al caminar y soltar objetos que sostiene con la mano.

En etapas avanzadas, indicó, se presenta dificultad para hablar, presencia de calambres musculares y hasta se pierde la capacidad para respirar, por lo que el paciente debe permanecer conectado a un ventilador o medio de apoyo para darle soporte a su respiración.

Briones Báez dijo que en la UMAE No. 1 se presentan al año uno o dos casos de esta rara enfermedad, la cual no es prevenible y, por ende, no se ha encontrado alguna manera para incidir en la enfermedad.  

«Se desarrolla por lo general más en hombres que en mujeres, entre los 40 y 60 años de edad. Las causas de la enfermedad son desconocidas, no hay un tratamiento específico para estos pacientes, se van tratando los síntomas conforme se van presentando, además de que no es  curable». 

El médico indicó que aquellas personas afectadas por la ELA, son personas que requieren de todo el apoyo familiar, ya que en etapas medias y avanzadas son totalmente dependientes de otras personas porque no pueden comer, hablar e incluso respirar.

«Es una situación difícil tanto para el paciente como para el familiar, llega a producir depresión y trastornos en la dinámica familiar».

Debido a ello, recomendó que durante la conmemoración del Día Mundial en contra de la ELA, tanto los pacientes como los familiares conozcan a detalle la enfermedad.