Según dice el proverbio japonés “La disciplina tarde o temprano vencerá a la inteligencia”, y en gran medida es verdad. Podemos llegar a ser muy talentosos en muchos aspectos de la vida, pero por no perseverar y dejar las cosas a la magia de la procrastinación, es que más de uno de nosotros hemos llegado a andar por los senderos de la mediocridad y la insatisfacción.

Seguro a estas alturas dirás, “pero si mi propósito es adelgazar, conseguir otro empleo, pagar mis deudas, ahorrar”…y una larga lista de etcétera que contiene deseos que bien podrán caer en saco roto, si antes de emprender cualquiera de éstos te niegas a adoptar la disciplina como un estilo de vida.

Fuera de ser una rutina que mata la espantosidad del día a día, la disciplina es tener la capacidad de hacer las cosas necesarias en el momento en que debes hacerlas, porque sabes que éstas son importantes y aportan algo de valor a tu vida. Tener disciplina te ayuda a mantenerte en rumbo, a ser perseverante y constante, te da auto-confianza y la determinación necesaria para triunfar en muchos aspectos de la vida.

Pero ¿Cómo logro tener más disciplina?

  1. DEFINE

En la vida es usual que queramos muchas cosas, y esa es la base del problema, la falta de enfoque. Analízate a ti mismo y determina las cosas que te impiden tener más disciplina en el momento que más lo requieres y en base a esto, haz una lista de todas esas cosas que quieres cambiar y mejorar.

  1. PRIORIZA

Ordena esa lista de lo más a menos importante. Ten claras tus responsabilidades, considerando lo qué tienes que hacer y cuánto tiempo tienes para hacerlo. Toma lo primero de la lista y divide la actividad en partes más pequeñas, en pasos asequibles y realistas ya que, de nada vale planear una actividad abrumadora que abandonarás en poco tiempo, recuerda que más vale paso que dure que trote que canse.

  1. ADOPTA EL HÁBITO

Una vez claras las actividades a seguir, ponte como fecha de adopción del hábito el mínimo de un mes, esto con el fin de que éste se vuelva rutinario a tu vida.  Aprovecha el día y haz lo que tengas que hacer evitando las distracciones. Lo más importantes es que, cuando te decidas a hacer algo, lo termines sin importar todo lo demás.

Recuerda, la concentración es la hermana de la disciplina y para completar un gran proyecto necesitas concentrarte y focalizar.