Estamos prácticamente a un mes de que llegue la Navidad, los buenos deseos, la convivencia familiar, la rica comida, el ponche, las vacaciones, los regalos y muchas cosas más.
En próximos días en las calles de nuestra ciudad el tráfico vehicular será más intenso que de costumbre, con la llegada de paisanos y las compras y regalos de fin de año.
Tal vez me estoy adelantando un poco, y créame que no será la primera ocasión que trate el tema de accidentes en esta columna.
En varias ocasiones hemos dicho o escuchado a alguien expresar y decir: “Si hubiera hecho esto o aquello, ahora no estaría batallando”
Y así nos podemos expresar sin número de veces en cosas que debimos hacer y no las hicimos y después pagamos las consecuencias.
El pasado domingo durante la realización del Desfile Conmemorativo de la Revolución Mexicana, la Delegación de Cruz Roja Mexicana, San Francisco del Rincón, a través de sus voluntarios buscó llevar un mensaje de reflexión a los espectadores del desfile sobre el uso del casco protector.
La escena fue tan real como las que se suelen presentarse en nuestra ciudad, dos motos chocan y sus tripulantes salen lastimados.
En las calles es recurrente observar a motociclistas con el casco colgado en la moto, y en ocasiones usarlo únicamente para evitar ser infraccionados por los tránsitos municipales.
Las pancartas que se mostraron en el desfile fueron claras “Accidente de Motocicleta, NO portaba casco, fallece”, “Accidente de Motocicleta, portaba casco, sobrevive” así de sencillo y simple se marca la diferencia entre vivir y morir.
También es cotidiano observar las motocicletas con exceso de pasajeros, padres de familia que tal vez no tiene otro medio de transporte, pero que arriesgan la vida y la de sus hijos al transitar en una motocicleta sin los dispositivos de seguridad.
Lo mismo sucede con el cinturón de seguridad, como paramédicos, en las tantas escenas de accidente a los que nos toca llegar, hemos visto el cuerpo de personas sin vida a metros de distancia de su vehículo, y el comentario o pensamiento suele ser, “si hubiera llevado el cinturón, tal vez no hubiera salido proyectado y seguiría con vida”.
Con el exceso de velocidad y el consumo de bebidas embriagantes también aplica “el hubiera”, “si hubiera manejado con precaución tal vez no hubiera chocado”; “conducía su carro borracho, si alguien lo hubiera llevado a su casa después de la fiesta, tal vez seguiría vivo”.
Y así puedo darle muchos ejemplos, desafortunadamente pocas veces entendemos sobre lo que nos dicen, hasta que las cosas suceden.
En el mes de diciembre los accidentes suelen aumentar a consecuencia de las fiestas y la falta de responsabilidad de las personas, porque conducen a exceso de velocidad y alcoholizadas, sin cinturón de seguridad y salen a carretera sin revisar las condiciones mecánicas de los vehículos.
Así que en estas próximas fiestas decembrinas y fin de año, evitemos “el hubiera”, y desde ahora así como planeamos comprar regalos, pongamos el ejemplo y tengamos una cultura vial que nos permita disminuir riesgos al momento de conducir cualquier vehículo.