El cáncer de ovario ocupa el sexto lugar en frecuencia a nivel mundial con aproximadamente 205 mil casos nuevos registrados por año y representa el 40% de las defunciones.
“En México, de acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Cancerología, se reportan más de 2,500 casos nuevos al año, posicionándose entre la segunda y tercera causa por tipo de cáncer ginecológico”, dijo Alfredo Báez Montes, coordinador auxiliar de primer nivel de atención, de la Delegación Guanajuato del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Ese padecimiento se identifica en mujeres de 40 a 59 años de edad, aunque existen casos en edades más tempranas que oscilan entre 20 ó 30 años.
Los síntomas son inespecíficos como distención o dolor abdominal o del bajo vientre, molestias al orinar, aumento de la frecuencia y urgencia, estreñimiento y colitis, y sangrado vaginal anormal. Los indicios son principalmente gastrointestinales del tipo de la colitis y pélvicas inespecíficas.
El especialista dijo que siempre hay una sospecha cuando no existe una respuesta ante los tratamientos para algunos de los síntomas como problemas en vías urinarias, retención de orina residual e infecciones en vías urinarias recurrentes.
Báez Montes también indicó que es importante que si existe algún antecedente familiar relacionado con el padecimiento, debe hacerlo del conocimiento del personal médico con el fin de que éste lo tome en cuenta y se realicen las acciones necesarias.
Respecto a las opciones de tratamiento, mencionó que varían dependiendo el tamaño, la localización y el estadío del cáncer, así como de las condiciones físicas de la paciente. La cirugía y quimioterapia siguen siendo el procedimiento utilizado en primera línea.
Ante ello, recordó que es importante que la mujer acuda a sus chequeos periódicos PrevenIMSS para detectar y atender, en un dado caso, cualquier síntoma extraño, ya que en este programa existen acciones específicas de acuerdo a la edad de la fémina.