Tras siglos de investigación y observaciones, nuestra visión del universo se ha sofisticado poco a poco. Conocemos hoy el momento de la creación, el big bang, aunque no sus detalles. Tenemos una comprensión general de la evolución cósmica y de la vida en la Tierra, pero hay más, mucho más que no sabemos.
Cuando el big bang comenzaba, algo que en cierto sentido no ha terminado ya que el Universo continúa expandiéndose en cada momento, hubo un instante en que las condiciones eran tan extremas en temperatura y presión que ni los átomos podían formarse: todo lo que había eran fotones altamente energéticos que espontáneamente se descomponían en pares de partículas materia-anitmateria.
Cabe mencionar que la antimanteria no es cosa de ciencia ficción, hace un par de semanas se anunció que se había logrado estabilizar un átomo de antihidrógeno para su estudio.
La anitmateria es como la materia que conocemos, salvo que sus cargas eléctricas son contrarias. Es decir que los electrones (negativos), en la antimateria son positivos (y se llaman positrones) y los protones (positivos) son negativos (antiprotones, sí, pudieron pensar en algo mejor). La materia y antimateria que entran en contacto se atraen eléctricamente y al hacer contacto se aniquilan por completo, dejando tras de sí nada más que energía.
El átomo de antihidrógeno del experimento que mencioné dejó de existir poco después de ser creado, pero su muerte no fue en vano.
En fin, regresando al big bang, cuando los fotones se dividían en pares materia-antimateria que se aniquilaban apenas habían sido creados, dejando de nuevo fotones libres a su paso, algo ocurrió y nadie sabe qué, pero el próximo genio de la física podría ganarse un Nobel descubriéndolo.
Pensemos en un número de fotones, digamos 1000, que al crear pares nos da el doble, que al aniquilarse nos da otra vez 1000, matemática sencilla. Pero algo hizo que la simetría se rompiera y hubo de pronto más materia que antimateria, creando un universo de fotones libres y de materia ordinaria.
De no haber ocurrido tal asimetría, sólo existiría luz libre, sin nada más en el espacio infinito. Ni tú ni yo, ni nadie estaría hoy aquí. Pero por suerte pasó, sea lo que fuera.
Y realmente nadie sabe, es un misterio, uno que nos dio la oportunidad de existir y de vivir la vida. Salud por la asimetría.