¿Nos sentimos seguros en San Francisco? Es una pregunta que como sociedad debemos contestar desde nuestro rol de ciudadanos, en lo personal yo no me siento segura, pero lamentablemente la violencia forma parte de nuestra vida y lo más preocupante resulta ser, que como sociedad, nos estamos adaptando a ella como algo normal, invariable e interminable.
Ante otras preocupaciones, como las económicas, hay soluciones como trabajar más y gastar menos, hacer los ajustes necesarios etcetera; pero ante una situación que se sale de nuestras manos, se genera una impotencia siendo meros espectadores de los hechos violentos que suceden a nuestro alrededor.
Si bien la delincuencia afecta a toda la sociedad en general, la afectación impacta de manera diferente a las personas, pues depende en gran parte de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentren. Existen personas víctimas de delitos con violencia que no reciben respuestas, pues los avances en la investigación son nulos, casi nunca hay detenidos.
El exceso de noticias diarias de estos sucesos provoca casos de aislamiento, agotamiento, pérdida, dolor e incertidumbre a gran escala; los efectos psicológicos arrojan graves estados de ansiedad, depresión, stress, agresividad, soledad y adicciones tanto en víctimas, espectadores y testigos.
Al respecto es importante reflexionar cómo afecta esto la salud mental de nuestros hijos que han crecido observando en los medios electrónicos violencia.
En tal contexto, de conformidad con los artículos 1° y 4° Constitucional, en estricta observancia a tratados internacionales como la Convención sobre los Derechos del Niño, entre otros, al ser obligación del Estado asegurar el ejercicio y goce efectivo de los derechos humanos de las y los menores de edad, atendiendo al interés superior de la niñez indicado en el artículo 4° constitucional, se debe observar urgentemente la situación de normalización de ese tipo de violencia.
Sin titular de la Secretaria de Seguridad Ciudadana de San Francisco, ni urgencia por ponerlo, se pregunta uno cuál es la estrategia efectiva no solo para combatir la violencia sino para que se atiendan todos los estragos a la salud mental de los niños y niñas, y sociedad en general, así como que se atiendan las causas.
Al parecer hay más ruedas de prensas de festivales navideños, conmemoraciones de días naranjas e instalaciones donde los ediles y funcionarios sonrientes pintan sus manos en murales y donde se informa a la ciudadanía lo que se quiere, pero no lo que necesita.
A propósito iniciado el mes de noviembre, el día 7, hubo una riña a las afueras de la unidad deportiva de San Miguel entre las jugadoras a la salida de un partido de fútbol.
Las fuerzas de seguridad fueron rebasadas por el número de personas involucradas pues solo llego una unidad a atender el hecho, demostrando la incapacidad de control de estas situaciones; con mala iluminación en el exterior de la deportiva y protocolos de actuación que no constan por escrito, se exhibe que las autoridades no están atendiendo las causas de la violencia sino las consecuencias.
A casi dos meses de entrar la nueva administración ni siquiera se ha instalado el consejo municipal de la Comisión Municipal del Deporte (COMUDE ) lo anterior para revisar si ya se cuentan con el protocolo por escrito ante estos hechos el cual fue solicitado a la nueva directora o un plan de trabajo que se ajuste a las estrategias de prevención de las demás dependencias.
Comienza diciembre y empezaremos el conteo de los sucesos violentos y también seguiremos el conteo de los días sin Secretario de Seguridad en el Municipio.
Excelente día, saludos.