El glaucoma es una enfermedad en la que existe una afección en el nervio óptico, que produce pérdida de la visión periférica de manera gradual, sin
que la persona afectada lo perciba, y no genera dolor, sino hasta que el caso está avanzado debido al aumento en la presión ocular que llega
hasta la pérdida de la vista.
“Una persona que padece glaucoma, puede llegar a ver halos (círculos o alteraciones) alrededor de las luces de iluminación como los focos y las
lámparas, presentar dolor en etapas avanzadas y al perder visión periférica, golpearse con objetos”, dijo el doctor Leonel López Lozano,
oftalmólogo de la Unidad Médica de Atención Ambulatoria (UMAA) No. 55, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en León.
La causa del daño al nervio óptico es el aumento de la presión intraocular y el principal tipo de glaucoma es el conocido como primario, de ángulo
abierto. Tiene factores genéticos, pero también existen los glaucomas neovasculares, que se presentan principalmente en pacientes con
diabetes mellitus o en quienes presentaron infarto en la retina, porque se producen unas venitas nuevas, anormales, que bloquean las salidas de
líquido que se produce dentro del ojo, aumentando la presión.
El especialista López Lozano agregó que el glaucoma no es curable, pero se puede controlar; el objetivo del tratamiento es mantener siempre la
presión intraocular lo más baja posible, para evitar más daños al nervio óptico, pero no existe una cura definitiva. Existe tratamiento tópico y
cirugía, pero ambos con el mismo objetivo ya mencionado.
Mencionó que el glaucoma primario se presenta más en personas mayores de 40 años de edad, aunque hay de varios tipos, como los
congénitos, por lo que el recién nacido nace con la afección. Indicó finalmente que ante cualquier síntoma como los mencionados, se
debe acudir a revisión médica, ya que la vista es primordial.