Para evitar afecciones y riesgos a la salud, la población derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuenta con el servicio de Nutrición en las Unidades de Medicina Familiar, (UMF) para prevenir enfermedades crónicas degenerativas a través de una alimentación saludable.
“La dislipidemia es una elevación en los lípidos, que pueden ser colesterol o triglicéridos; en el caso de la hipercolesterolemia es el colesterol elevado en sangre por arriba del indicador 200 ante resultado de laboratorio; las causas pueden ser primarias y secundarias”, comentó Arturo Castro, coordinador delegacional de Nutrición en la delegación Guanajuato del IMSS.
Entre las causas primarias se encuentra el factor hereditario, al no eliminarse de manera correcta las grasas a nivel sanguíneo, y en cuanto a las secundarias, están la alimentación y el estilo de vida.
En relación al colesterol, influyen alimentos altos en contenido de grasas saturadas, el consumo de comida frita, capeada o empanizada, como carnitas y barbacoa y otra causa secundaria es la inactividad física, debido al ritmo de vida y trabajo.
La dislipidemia mixta es la elevación del colesterol y triglicéridos. Los niveles altos de triglicéridos están determinados por arriba del valor de 150 en resultado de prueba de laboratorio; por una parte influyen los ayunos prolongados y el consumo excesivo de carbohidratos.
Muchas veces se piensa que la fruta es buena opción para consumo libre, sin embargo se debe poner cuidado en la cantidad de carbohidratos que ingerimos; por ejemplo en un
vaso con fruta se consumen tres o hasta cinco raciones, las cuales deberían ser para todo el día.
Incluso se debe tomar en cuenta que para elaborar un jugo se requieren por lo menos cuatro naranjas, pero en ocasiones se consume hasta un litro de éste, generando un consumo por arriba de lo necesario e indicado.
Lo correcto, destacó, es contar con un plan de alimentación que sea personalizado y adecuado a nuestro estilo de vida, trabajo y actividades cotidianas para contar con variedad y suficiencia, ya que cada persona es diferente al igual que su estilo de vida.
La dislipidemia es común en personas con sobrepeso, obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial, entre otros, pero no es normal; lo ideal es mantener los niveles adecuados para evitar afecciones mayores o adicionales a los padecimientos ya presentes.
Recomendó a la población derechohabiente acudir a su Unidad de Medicina Familiar de adscripción para recibir orientación y atención e incorporarse a las estrategias que ofrece el IMSS para mejorar la calidad de vida y evitar riesgos a la salud.