La situación actual de nuestro país es cada vez más crítica en cuestión al narcotráfico: balaceras, decapitados y cuerpos sin vida que aparecen con pancartas amenazantes son cada vez más frecuentes y cotidianos, a tal punto donde todo esto nos es normal.
Lo preocupante y que muchos ignoran es el hecho de que todos alguna vez han pensado en meterse a este comercio que les genera «demasiadas riquezas» y les ofrece una vida llena de «adrenalina pura».
Quiero contarles brevemente la historia de dos personajes famosos en la historia del narcotráfico que lo han tenido todo y que de la misma manera lo han perdido.
Griselda Blanco
Mejor conocida como la viuda negra o la reina de la cocaína, su apodo de la viuda negra fue en honor a que asesinó a cada uno de sus maridos y amantes que tuvo en su camino, Griselda tenía una vida de lujos y excentricidades, su más grande ídolo era la reina Isabel y procuraba tener joyas y vestidos iguales a los de ella, de aquí su segundo apodo “La reina de la cocaína”.
Ella fue la primera en trasladar cocaína a los estados unidos desde Medellín Colombia, de las maneras más ingeniosas que solo una mujer como Griselda lo pudiera hacer, inundo las calles con el polvo blanco e hizo que la policía se volviera loca.
Finalmentes en el 2012ª sus 85 años de edad fue asesinada por la espalda mientras compraba carne tranquilamente, es la única de la historia en durar tantos años con vida.
Pablo Escobar
Probablemente uno de los narcotraficantes más famosos de la historia, él también comercializaba con cocaína, comenzó como un simple ratero en las calles pero se topó con la persona indicada que le hizo entrar a este negocio, se apodero de las calles de Medellín haciendo huir a varios narcotraficantes que reinaban la zona, entre ellos a Griselda Blanco.
El pueblo lo adoraba por su gran generosidad con las personas pobres, pero también le temían porque en cuanto alguien molestara al jefe lo descuartizaba de la manera más sanguinaria para colgarlos de los pies en los árboles.
Para finalizar su historia, el mismo se entregó a las autoridades y paso sus últimos años de vida en la cárcel, se dice que en la misma prisión estaba rodeado de lujos que él mismo adquiría.
Es muy fácil entrar al negocio, pero no es tan fácil como lo vemos en las series televisivas que tal parece que nos quieren mostrar como héroes a personas que lo único que hacen es valerse de la vida de los demás para poder tener todo el dinero del mundo, pero después perderlo.
Son minutos de gozadera que acaban muy pronto.
Muchas de las veces soñamos con ser millonarios y poder complacernos con todo aquello que nos gusta, el ambicionar no siempre significa que nos debamos aprovechar de los demás.
El trabajar día a día por aquél sueño anhelado requiere de tiempo y constancia, puedes ser narcotraficante de la noche a la mañana y ser millonario, pero en ese mismo período implica esconderse y poner en riesgo tu vida y la de los demás.
Piénsalo dos veces antes de anhelar la vida de un narco, vive y trabaja por tus metas, sólo así podrás disfrutar de los frutos y la satisfacción de un trabajo bien hecho.
Muy interesante, excelente tema y siempre enfocados a tener conciencia.