Recordarán que aborde el tema de la “Tejedora de San Francisco”, en columna pasadas, obra inconclusa que fue contratada desde el 05 de diciembre del 2023, mediante el contrato INFRAESTRUCTURA-SFR/2023-046 según información pública de la Plataforma Nacional de Trasparencia.
El costo fue de $883 mil 647.95 pesos, el plazo de ejecución de 60 días naturales, por lo que tenía que ser entregada el 3 de febrero de 2024, hace un año.
De acuerdo a la cláusula décima primera, se prevé una pena convencional por incumplimiento del contrato, retenciones y desfasamiento de la obra; la pena convencional de uno al millar sobre el monto de los trabajos no ejecutados por día de retraso, así que querido lector saque sus cuentas.
Así mismo el contrato refiere una fianza del importe total del anticipo, a fin de garantizar la correcta inversión del mismo y una garantía más por los vicios ocultos ejecutables una vez que se ha entregado la obra.
Justamente la obra no se encuentra entregada, porque recordaran que en abril de 2024 se hizo una instalación y luego se ordenó retirar, “los artistas involucrados en el proyecto original no cumplieron con el proyecto”, eso fue lo que arguyó la autoridad en su momento.
No se pidió una ampliación de plazo en tiempo, y la primera colocación fue extemporánea, por lo que afirman solo se tiene registro de una multa.
De esa fecha a la actualidad son omisos en informar qué hicieron o qué estatus tenía la obra, pues el contrato ya está fenecido y se debieron aplicar las multas por los trabajos faltantes de ejecutar.
¿Cuántos oficios se mandaron por parte infraestructura?, ¿Hubo más multas conforme a la Ley de Obra Pública y Servicios relacionados con la misma?.
Se basaron en un acuerdo de Ayuntamiento donde aprobaron una nueva propuesta de diseño, ¿acaso nunca revisaron el seguimiento del primero?, pero tampoco informaron si hubo un nuevo convenio por las adecuaciones o un nuevo plazo de entrega.
Es tan poco clara la información que lo mínimo que puede hacer contraloría es incluirla en el Programa Anual de Auditorías; que por cierto, debió presentarse en enero, pero a la fecha no han informado al Ayuntamiento. Espero que contraloría por fin haga su chamba, o en su caso, entre en el programa de auditorías de la Auditoría Superior del Estado de Guanajuato (ASEG).
Falta de seriedad en las comisiones
En relación a las comisiones del Ayuntamiento, por fin, después de casi 2 meses sin sesionar se convocó a una sesión ordinaria para tratar el tema de atención a las personas con discapacidad; esa y otras comisiones, como la de igualdad de género, atención a migrantes, fueron convocadas el pasado miércoles (29/enero).
Durante la sesión se debió dar a conocer el plan de trabajo de atención a cada uno de los grupos vulnerables; sin embargo los directores convocados no llegaron a la comisión.
No hubo ninguna justificación valida de su ausencia, aunque de manera directa algunos funcionarios dijeron no haber sido convocados; lo cual no considero una falta de respeto para los ediles que si asistimos puntualmente, sino una falta de respecto a la ciudadanía que representamos, sobre todo en el tema de discapacidad, ya que ni contando con regidores en el Ayuntamiento con discapacidad se atienden los temas.
El director de obra pública fue uno de los que brilló por su ausencia, su presencia era importante ya que está pendiente la ejecución de obras para la adecuación de espacios públicos con rampas, elevadores y una silla-riel en el edificio de presidencia para que las personas con discapacidad o personas con movilidad reducida puedan acceder por sí solas, realizar sus peticiones y sean atendidas.
Todo lo anterior refleja el desorden o desprecio por atender éstos temas que son considerados derechos humanos, incluso más importantes que la semaforización, que tampoco tiene para cuando, o la intempestiva colocación de la Tejedora.
Saludos y excelente día.