La segunda estatua de «La tejedora», fue colocada en el cruce del Camino Viejo y el bulevar Juventino Rosas, en San Francisco del Rincón. Autoridades aseguran que no se gastó un solo peso adicional, pero callan sobre lo que ocurrió con la primer estatua.
En enero de 2024, comenzaron los trabajos para adecuar el espacio, y en el mes de abril, la estatua fue colocada. De acuerdo a la información compartida, estas acciones tendrían un costo de 885 mil 798.62 pesos.
Los costos de retiro del monumento, así como de la contratación del nuevo diseñador y escultor de la segunda estatua, así como los costes de su transporte e instalación, no fueron hechos públicos.
Ante el cuestionamiento de parte de medios de comunicación, la directora de comunicación, Viviana de los Ángeles Álvarez Cáceres, afirmó que todo se hizo con el mismo dinero.
«Es el mismo recurso que se tenía de la estatua anterior, no es recurso nuevo. El gobierno del estado y municipio no gastó recurso de más. Era el que ya se tenía», declaró.
Pero, ante las preguntas sobre lo que ocurrió con la anterior estatua, o sobre el cobro que realizó el primer escultor, no respondió.
De igual modo, también ignoró y no respondió a las preguntas de: ¿Hubo sobreprecio?, ¿Por qué sobró (dinero)?, ¿Fue recurso del 2024 ejercido en el 2025 con alguna adenda o hay registro de pasivo del ejercicio anterior a este?, ¿Zayra Sainz reintegró el recurso dados los argumentos técnicos -no estéticos- sobre la escultura.
¿Cómo ocurrieron los hechos?
El proyecto para reconocer a las mujeres artesanas que durante décadas han contribuido a la economía del municipio mediante el tejido de sombreros de Palma, comenzó en la administración 2021-2024, durante el primer trienio de Antonio Marún González.
En enero de 2024, comenzaron los trabajos para adecuar el espacio; el estado aportaría 700 mil pesos y el municipio pagaría 185 mil 798.62 pesos.
Fue en el mes de abril, cuando se instaló la estatua, para ser retirada días después; durante este tiempo, se realizaron diversas burlas y memes en redes sociales, primero por la figura emplayada, y luego por el rostro de la escultura.
La primer estatua fue hecha por el escultor Guanajuatense Erick Montañez, y el diseño fue una colaboración entre el francorrinconés Eduardo Tostado Márquez y Zayra Sainz Bravo.
La propia alcaldesa interina Luz Rebeca Espinoza Robledo declaró, mediante un mensaje: “Se retiró la escultura la mañana de este sábado (27 de abril) debido a que el acabado y proporción no corresponde al presentado en la propuesta autorizada, lo que deberá ser corregido por el escultor. Así, atendemos las inquietudes expresadas por la ciudadanía en distintos medios».
Estos hechos ocurrieron durante temporada electoral, y aunque el tema fue discutido en sesiones de ayuntamiento, al final, se decidió que Erick Montañez, Tostado Márquez y Zayra Sainz, ya no serían responsables de esta obra; sin dejar en claro la responsabilidad civil o el reembolso que tendrían que dar al municipio.
En cambio, se nombró a el escultor leonés Rubén Yebra y el diseñador francorrinconés Omar López para realizar una nueva obra.
De acuerdo a comentarios y rumores que circularon al interior de la administración municipal, originalmente se quería inaugurar la estatua el 20 de enero, durante los festejos del 418 aniversario de la fundación de la ciudad, pero por causas desconocidas, no fue incluido en el programa de festejos.
Fue hasta la mañana del 29 de enero de 2025, que la nueva tejedora daba la bienvenida a todas las personas que llegaran a San Francisco del Rincón.
Mediante un comunicado señalaron que: «Mide 2.5 metros de altura y 2.8 metros de base. Es de fibra de vidrio, resina y polvo de mármol. El acabado de la pieza es de pátina de bronce en verde renacimiento, con laca automotiva para su protección».
Cabe señalar, que de acuerdo a lo publicado por otros medios de comunicación, la primer estatua, nombrada popularmente como «Anabelle», estaba moldeada en resina y aluminio, y tenía una altura cercana a los 2.5 metros.
Autoridades señalaron que «la durabilidad de la pieza está sujeta al vandalismo del que pueda ser sujeta. Lo ideal es darle mantenimiento cada 2 años, ya que el sol y el agua influyen en el desgaste de la misma».