En columnas anteriores comenté que existe un déficit importante en el tema de protección animal en el municipio.
Al respecto el 27 de junio pasado se aprobó un decreto mediante el cual se reforman diversas disposiciones de la Ley de Protección Animal del Estado de Guanajuato, entrando en vigor al día siguiente de su publicación.
Uno de los objetivos de dichas reformas fue el de regular el funcionamiento de los centros de control y asistencia animal y de las clínicas veterinarias públicas.
Si bien es importante contar con un centro de bienestar animal en el municipio también lo es tener clínicas veterinarias públicas, que por definición son: establecimientos públicos que tienen como objeto el orientar y suministrar a los animales, atención médica preventiva como lo es la vacunación y desparasitación y, en caso de enfermedad, tratamiento médico expedito avalado por un médico veterinario.
El artículo 6 de la Ley, establece que los Ayuntamientos tienen las siguientes atribuciones: Fracción I. Dictar disposiciones de carácter reglamentario de la presente ley, así como para el funcionamiento de los centros de control y asistencia animal y de las clínicas veterinarias públicas, en el ámbito de su competencia.
A la vez el articulo 39, menciona que los municipios procurarán y favorecerán el establecimiento de infraestructura necesaria.
Además se establece en el artículo 56 bis. El servicio de cremación y compostaje de cadáveres de animales domésticos se prestará por la autoridad municipal a través de los centros de control y asistencia animal, o la dependencia o entidad municipal que corresponda, previo pago de la contribución.
Lamentablemente San Francisco no cuenta con un centro de control y asistencia animal.
Son las fundaciones y albergues particulares, constituidos o no constituidos quienes tratan de rescatar a los animales que sufren maltrato, sin ninguna asistencia pues en la línea telefónica de Salud municipal que debería atender los reportes y aplicar el reglamento municipal vigente no atiende el tema.
Existe una asociación creada por un grupo de voluntarias que busca apoyo del municipio para que sea una realidad la clínica veterinaria pública, y se pueda esterilizar a las animales de compañía con el objetivo que no haya la sobrepoblación que existe actualmente.
Vemos que conforme a las reformas antes mencionadas, es una obligación por parte del municipio; y estamos próximos a que se venza el plazo de ciento ochenta días posteriores a la entrada en vigor del decreto para adecuar el reglamento, y ajustar las respectivas leyes de ingresos para incluir el servicio público de cremación y compostaje.
Ante esta necesidad pública de salud y la obligación de cumplir con la Ley de Protección Animal del Estado de Guanajuato, exijamos la protección de los desamparados guardianes caninos, que deben tener un trato digno y humanitario.
Saludos.