Dentro del sector agrícola, el drone puede ser una excelente herramienta de trabajo como fumigador o aspersor, esto fue lo que explicó Miguel Ángel Corona Cortes estudiante de séptimo semestre en Agronomía de la Universidad De La Salle Bajío.

Comentó que, actualmente, la agricultura atraviesa por uno de los retos más complicados para cumplir con las leyes de protección ambiental, más si es algún producto para exportación; además de cubrir con los requerimientos de abastecimiento en el mercado que es cada día más competitivo. Por lo tanto, se ha convertido en uno de los sectores que más requiere desarrollar nuevas tecnologías para acelerar tareas como la fumigación.

Por ello, se han incluido a los drones para llevar a cabo esta tarea, ya que el tiempo en la que se cubre una hectárea es muy rápido, aunado a que reduce drásticamente el uso de agua para esta actividad.

“La fumigación es un proceso de suma importancia, ya que permite controlar las plagas, malezas y enfermedades que pudieran provocar grandes pérdidas, por lo cual el productor invierte gran parte de su tiempo y dinero en la realización de estos trabajos. Esta necesidad fomenta día a día el ingenio nacional e internacional en la producción de drones fumigadores para el sector agrícola con las más novedosas características y accesibilidad tanto para grandes como medianos y pequeños productores”, compartió Miguel Ángel.

También, afirmó que con el uso de esta herramienta se tiene ahorro de agua, evita la lixiviación del producto, así se le llama al proceso de lavado de un estrato de terreno o capa geológica por el agua, ya que al momento de la aplicación, por ser gota fina se absorbe casi al momento y como no se lava el producto en la planta, no se va a los mantos acuíferos.

Miguel Ángel compartió que, además, existen otros beneficios al implementar drones: “se ha comprobado que el empleo de drones fumigadores disminuye los costos en la producción agrícola, incluso llega a incrementar la productividad del agricultor hasta un 30% ya que se aprovecha casi al 100% el producto aplicado; reduce el uso de combustible que anteriormente empleaba la maquinaria pesada encargada de ese proceso por lo que no existe tanta contaminación como con tractor u avioneta. Dicha maquinaria compacta el terreno de cultivo y puede dañar algunas plantas”.

Asimismo, explicó que los drones fumigadores son fácilmente configurables en modos de trabajo manual, dirigidos por controles remotos en tiempo real. De igual modo, se configuran para trabajos automáticos en zonas específicas y en una hora acordada, mejorando así la eficiencia y la calidad de las aplicaciones químicas al cultivo con vuelos a muy poca distancia de las plantas.

“En el tiempo que he fungido como piloto de drones agrícolas me he encontrado con muchas experiencias que te van forjando como agrónomo y al mismo tiempo como piloto. Desde mapas complejos (parcelas muy irregulares y árboles tanto en medio como alrededor de ella, como muchos obstáculos en general); lugares sin acceso al pie de la parcela, entre otros”, expresó el estudiante Lasallista.

Finalmente, expresó que en este nuevo mundo de las aplicaciones con drone agrícola, se tiene que fungir no solo de piloto, sino también de agrónomo o hasta jornalero; “debes estar dispuesto a estar todo el día en el campo, a veces con sombra, a veces en el sol, en ocasiones cerca de una localidad con tiendas, en otras lejos donde no tienes ni donde conseguir agua para beber, ni dónde comer, son algunos sacrificios, pero eso sí, te aseguro que el volar un drone agrícola es una nueva pasión en la cual te envuelve por completo”.

Afirmó que esta es una actividad muy gratificante y diferente, bien remunerada, que te da estatus curricular como estudiante de Agronomía, y abona más conocimientos.