La tierra se enfrenta a una emergencia ambiental desde hace décadas ocasionada en su mayoría por actividades antropocéntricas como las malas prácticas agrícolas y ganaderas, ante esta situación se creó el 5 junio como fecha para conmemorar el Día Mundial del Medio Ambiente, como una manera de concientizar a las personas sobre esta problemática, por ello, el Dr. Abraham Agustín Arellano Perusquía, Responsable de la Unidad de Manejo Ambiental (UMA) de la Universidad De La Salle Bajío compartió su visión sobre el medio ambiente y su conservación.

El experto explicó que, la industria de la construcción, la minería, la industria de los hidrocarburos, etc., son consideradas como la principal amenaza para la conservación de los recursos naturales, ocasionando impactos en el ambiente tales como, la perdida de la cubierta vegetal en los diferentes ecosistemas que la conforman, viéndose mermado el hábitat de miles de especies de fauna silvestre que dependen de ella causando su inminente extinción, además del incremento de la temperatura global ocasionado por el efecto invernadero principalmente causado por el exceso de emisiones de gases calientes a la atmosfera, aunado a la falta de captadores de CO2 como lo son las plantas.

El Dr. Abraham afirmó que el Día Mundial del Medio Ambiente es la plataforma más grande para la divulgación ambiental y está dirigido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) con celebración cada 5 de junio desde 1974, siendo en esta ocasión cede internacional Suecia.

“En este sentido, las plantas son una parte básica y elemental de la vida sobre nuestro planeta y lo explico a continuación. Sin ellas, nada podría ser como lo conocemos, ni para el ser humano ni para ninguno de los otros seres vivos. Por tanto, las plantas tienen una gran importancia en la Tierra, pues aportan desde oxígeno y alimento hasta refugio y medicinas, entre muchos más beneficios. Las plantas son los únicos seres vivos autótrofos, capaces de transformar la energía del sol en energía química y fabricar con ella materia orgánica. Es decir, producen materia orgánica a partir de fuentes totalmente inorgánicas, así es cómo se alimentan las plantas”, afirmó el especialista.

Añadió que, estas, a su vez, son alimento para gran variedad de seres vivos, tanto herbívoros como omnívoros. Por este motivo, las plantas son las responsables de buena parte de la biomasa presente en el planeta: sin ellas, la Tierra sería poco más que un desierto. Sin ellas, ni siquiera tendríamos nuestra atmósfera rica en oxígeno. Las plantas produjeron así oxígeno como residuo de la fotosíntesis durante un gran período de tiempo, tanto como para llegar a alterar la composición de la atmósfera. Gracias a esto, grandes cantidades de oxígeno quedaron expuestas al estímulo de los rayos ultravioleta, que acabaron por formar la capa de ozono. Por tanto, simplificando todo el proceso, aportan oxígeno a la atmósfera. Esta capa de ozono impidió que los rayos ultravioleta llegaran con tanta fuerza a la superficie terrestre y marítima, permitiendo así que ambas fueran colonizadas por las formas de vida.

Afirmó además que, son muchas las funciones que las plantas cumplen en los distintos ecosistemas del mundo. Podemos indicar que la gran importancia de las plantas en el ecosistema se da por estas razones: “Son la base de la pirámide trófica, el principio de muchas cadenas alimenticias o tróficas, dado que son las únicas capaces de producir materia orgánica a partir de la luz del sol, agua y varios materiales inorgánicos. Esto permite que los animales herbívoros se alimenten de ellas, que a su vez serán el alimento de los depredadores. Sin su base, la pirámide no se sostiene”.

También, el Profesor Lasallista aseguró que, la vegetación da firmeza a la tierra con sus raíces, por lo que las plantas minimizan los efectos de la erosión e impidiendo que el viento y las precipitaciones acaben con el terreno. Del mismo modo, las plantas permiten fijar la materia orgánica y los nutrientes en la capa superficial del suelo. Por tanto, sin ellas, la lluvia los arrastraría hasta los ríos y el mar, provocando la desertificación del suelo. Proporcionan cobijo a multitud de animales, desde insectos a aves y mamíferos, así como las algas lo hacen para muchos de organismos acuáticos.

Por otra parte, el Dr. Abraham expresó que el ser humano obtiene múltiples beneficios de las plantas. “Incluso si obviamos cuestiones tan básicas como el intercambio de oxígeno en el planeta, sin ellas nosotros tampoco podríamos seguir con nuestra vida actual. El primero y más básico de estos beneficios es también el más evidente: la alimentación. Aproximadamente el 50% de los alimentos que consume actualmente el ser humano proviene de solo tres especies de plantas: el trigo, el arroz y el maíz. Hasta ese punto son la base de nuestra alimentación y cultura culinaria. Si añadimos a estas tres especies las siguientes nueve especies más consumidas, obtenemos la fuente de alimentación de tres cuartas partes de los humanos de todo el planeta. Y aun así, al día de hoy contamos con alrededor de 200 especies vegetales que han sido domesticadas para nuestro consumo, junto a otras muchas que se usan en sus formas silvestres”, explicó.

El experto manifestó que, además, la madera que los árboles producen sigue siendo uno de los materiales más usados en todo el mundo para multitud de muebles, estructuras y herramientas. Por si todo esto fuera poco, el carbón vegetal ha sido un combustible básico en muchas épocas, y aunque actualmente se use bastante menos, se sigue recurriendo a él para muchas cosas. Incluso muchos hogares de zonas frías se calientan todavía quemando madera. Por último, pero no menos importante, la presencia de plantas tiene un probado efecto positivo sobre las personas. Las zonas verdes y parques nos aportan serenidad y relajación y, por ello, en muchos hogares las personas recurren a las plantas para no perder el contacto directo con la naturaleza.

“Dado lo anterior, es de vital importancia continuar con la generación de estrategias que nos permitan conservar los recursos vegetales a través de la implementación de proyectos enfocados al estudio y propagación intensiva de plantas, esto con la finalidad de reforestar y reconstituir los distintos hábitats con alto grado de perturbación a través de programas de restauración ecológica. Pese al gran esfuerzo de científicos dedicados al estudio y conservación de plantas, aún falta mucho por hacer, sobre todo a nivel conciencia social, donde es de carácter urgente la implementación de programas educativos en todos los niveles académicos en materia de educación ambiental, manejo y uso sustentable de los recursos naturales”, concluyó.