«De entre todos los problemas que aquejan al país, el Presidente de la República ha decidido iniciar una cruzada en contra del vapeo firmando un Decreto que prohíbe su circulación y comercialización», expresó el diputado federal Éctor Jaime Ramírez Barba.

Agregó que el Presidente y el Subsecretario López Gatell, argumentan que las padres y madres no están suficientemente informadas sobre los “estragos que producen estos productos” que, contradictoriamente, se encuentran regulados, no prohibidos en máss de 60 países.

«Autoridades sanitarias de reconocido prestigio en distintos países no sólo regulan los vapeadores, sino que promueven activamente que sus fumadores dejen el cigarro convencional y migren a estas alternativas, porque la evidencia científica ha demostrado que son menos dañinos».

 

Describió las contradicciones del Presidente como alarmantes por los siguientes motivos:

  • Utiliza frases como “prohibido prohibir” para luego prohibir desde la desinformación misma.
  • Quiere regular el cannabis, pero le impone una prohibición a cinco millones de vapeadores, según sus propias cifras.
  • Utiliza como única evidencia de daño un estudio realizado en Estados Unidos cuya conclusión fue publicada hace más de un año negando que la nicotina pueda ser la causante de la presencia de Acetato de Vitamina E, dado que simplemente no se encuentra presente en ésta.

 

La regulación sanitaria y la salud de los mexicanos es demasiado importante como para estar en manos de dos personas que la abordan de manera superficial y sin contrapeso.

 

Por ello, desde el Grupo Parlamentario del PAN hizo un llamado para que:

El Consejo de Salubridad General aborde el tema de manera integral, estudie la evidencia científica disponible, analice las decisiones de otras autoridades sanitarias y emita las recomendaciones del caso.

Los grupos parlamentarios del Congreso de la Unión retomen la discusión respecto de este tema que cuenta con más de una docena de iniciativas presentadas por todas las fracciones y que promueven su regulaciónn responsable.

Fumar mata y no hay mejor estrategia sanitaria que impulsar la cesación. Bajo ninguna circunstancia un menor de edad debe tener acceso a cigarrillos convencionales o dispositivos de vapeo.

Sin embargo, para aquellos fumadores adultos, adictos a la nicotina, que por esa razón o cualquier otra no pueden o no quieren dejar de consumirla, la regulación debe ofrecerles alternativas de consumo, sobre todo si la evidencia demuestra que son menos dañinas.