En la actualidad ha surgido y tomado fuerza el término Relaciones Líquidas y su implementación, el Mtro. Mario Sánchez Tapia, docente de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad De La Salle Bajío, explica su significado y cómo detectarlas para así evitarlas.

El experto en Psicología compartió que, Zygmunt Bauman es un sociólogo y filósofo polaco que en el año 2000 publicó su teoría sobre la “Modernidad líquida”, en esta, describe las formas de vida de la sociedad actual y cómo se modifica las estructuras del pasado.

“Bauman trata de explicar los cambios sociales y obviamente los compara con generaciones anteriores. En general las ideas de Bauman plantean la manera de cómo se vive en una época de incertidumbre y conflicto. No podríamos negar que, en este momento, dadas las condiciones en las que vivimos, los cambios en la forma de vida son irrefutables, y más aún a partir de la pandemia”, compartió el Mtro. Sánchez Tapia.

Argumentó, que la modernidad líquida es el título del libro que publicó Bauman y que ha sido retomado en diferentes terrenos de la ciencia, la sociedad y la cultura: ya que, trata de la condición humana actual, y en él nos cuestiona la emancipación, la individualidad, el transcurso del tiempo y el espacio, el trabajo y la comunidad.

También, dijo que uno de los cuestionamientos más frecuentes que uno puede encontrarse en el material de este autor es, ¿qué tanto? el ser humano tiene la posibilidad de ser independiente en la sociedad; afirma que esta no puede ser la suma de individualidades si no es el conjunto de estas.

“Como sociedad hemos tenido, a lo largo del tiempo, la sensación de qué los elementos que la componen los podríamos tocar, agarrarnos de ellos, pero con el paso del tiempo nos hemos dado cuenta de que esta modernidad se nos convierte en líquida, con ello sólo se quiere ejemplificar la dificultad de poseer elementos de los que podamos echar mano, agarrarnos de ello; con frecuencia la sensación es que las cosas son efímeras, transitorias y la sociedad de consumo facilita que nos deshagamos de cualquier cosa fácilmente”, expresó el docente Lasallista.

Teniendo lo anterior como contexto, el Mtro. Sánchez Tapia, explicó que las relaciones interpersonales han cambiado en gran medida afectadas por los desarrollos tecnológicos que, si bien facilitan la vida, también crean conflicto; explicó que, esto es una carrera vertiginosa iniciada tres o cuatro décadas antes de este continuo progreso y desarrollo tecnológico, ha modificado para el ser humano la manera de ser y relacionarse con los demás; “puesto que también este es el caso de las relaciones amorosas y de pareja. Eros ha cambiado, y tiende a ser sustituido por Anteros: representante de la pasión. Y cuando se acaba la pasión hay que cambiar de pareja, o de empleo o de carrera. Por lo menos eso es lo que ocurre en la modernidad líquida, las parejas se vinculan rápidamente, dejando a un lado principios y valores que con anterioridad eran fundamentales para poder determinar las relaciones interpersonales y de pareja”, compartió.

Añadió que, los jóvenes, población principalmente afectada por eso esta modernidad, aducen que el antiguo modelo de relacionarse de los adultos tampoco fue la mejor manera y la más efectiva para garantizar relaciones permanentes y duraderas que tienen como sostén a la familia tradicional.

Adicionalmente, dijo que, ese es el tipo de relación que ya no se quiere tener, las relaciones amorosas puestas en este terreno inician de manera rápida, sin conocer verdaderamente a la pareja y en poco tiempo suelen encontrar poca gratificación y comprensión en el otro partenaire. Así las relaciones son desechables e intercambiables por nuevas relaciones efímeras poco duraderas, y muy conflictivas que se han hecho populares.

“Nos encontramos en la época del software, dice Bauman, por lo tanto, la carrera es vertiginosa y no nos damos cuenta de lo que vivimos, no somos dueños del presente, y todo aquello que nos exige, nos conflictúa y nos abruma, se tiene la necesidad de cambiarlo; así las parejas se convierten en objetos de desecho para hombres y para mujeres. El ser humano también es un objeto de consumo, la cultura actual nos incita a seguir consumiendo con el fin de llenar vacíos, vacíos profundos que no acaban por llenarse. El principio es: lo obtengo a cualquier costo, dura lo que me sirve o funciona, y si ya no me causa gratificación lo desecho y lo cambio”, manifestó el experto.

También expresó que, en general, la modernidad líquida ha venido a explicar cómo en las nuevas generaciones constantemente se buscan cambios, los que por lo general precipitan inestabilidad y generan sensaciones de vacío que tratan de ser llenados con el consumo de diferentes productos a veces materiales y muchas veces interpersonales.

“En mi campo profesional es frecuente encontrarnos en la clínica la continua queja de parejas que se separan con gran facilidad, una muestra de ello fue que al inicio de esta pandemia hubo muchas parejas que solicitaron apoyo psicológico porque ya se encontraban, en pocas semanas, con conflictos significativos por la convivencia cotidiana”, comentó.

Finalmente, añadió que, la pregunta más frecuente en la consulta para estas parejas ha sido, ¿cómo se conocieron y qué los unió? La intención es rescatar aquello que los seres humanos necesitamos del otro; la sociedad se construyó con la necesidad de vivir en armonía con el otro, el otro diferente a mí, pero aceptado con sus cualidades y sus defectos, de ello surgirá la pasión.

“Cupido (el amor), no crecía, su madre preocupada consultó al Dios Apolo, y éste le sugirió tener un segundo hijo, al que nombró Antero que simboliza la pasión; solo así Cupido creció y se convirtió en Eros. Es decir, el amor no crece si no hay pasión, y donde sólo hay pasión no necesariamente hay amor.