Autoridades de Purísima del Rincón, celebraron el 190 aniversario del natalicio del pintor Hermenegildo Bustos, mediante una ceremonia cívica en la explanada de la Plaza del Maestro.

Se llevaron a cabo honores a la bandera con la escolta femenil de Seguridad Pública y la banda de guerra del heróico cuerpo de bomberos de Purísima del Rincón.

En el evento el presidente municipal Toño Padilla, colocó una ofrenda floral en honor del pintor purísimense en compañía de su esposa, Carmen Toledo Valdés, quienes montaron un minuto de Guardia de Honor.

 

¿Quién fue Hermenegildo?

Hermenegildo Bustos, fue uno de los pintores mexicanos más apreciados del siglo XIX; su obra se caracterizó por no seguir un método académico y por tener una gran fuerza psicológica, aunque realizó algunos cuadros religiosos su trabajo más importante y extenso se encuentra en los retratos y naturaleza muerta.

Hijo de Serafín Hernández y de José María Bustos, adopta la profunda fe católica de sus padres.

Crece en el lugar de su nacimiento y en tal sitio sufre de diferentes complicaciones, ya que es afectado por la enfermedad del cólera así como por la desamortización de las pertenencias de la iglesia y la formación del Estado.

Hermenegildo Bustos fue un artista que se dedicó a la pintura, desarrollándose con un aprendizaje autodidacta, su inclinación por el arte y la pintura se perciben desde su juventud.

Opta por seguir las actividades de su progenitor quien redactaba los hechos de la vida cotidiana de Purísima, y se convirtió en cronista: registraba nombres, fechas y sucesos con minuciosidad.

Entre los oficios a los que se dedicaba se encuentran: nevero, albañil, hojalatero, sastre, carpintero, escenógrafo, músico, escultor, se dice que también fue un incipiente arquitecto, historiador y un aficionado a la astronomía.

Nunca dejó su ciudad natal y su fidelidad también se tradujo en la técnica que utilizaba, principalmente óleo. Su pintura fue fruto de una cultura europea que se infiltró y surgió como una respuesta a necesidades espirituales específicas de su comunidad.

Hermenegildo Bustos murió a los 75 años un 28 de junio de 1907, y sus restos fueron sepultados en el cementerio del pueblo que lo vio nacer. Su esposa murió un año antes que él.

De ambos quedó constancia fotográfica por el señor cura Gil Palomares quien los retrató el 23 de abril de 1901

 

Pintor con sello único y original

Una de las características más importantes de sus retratos es la fuerza psicológica penetrante: las facciones trascienden el paso de los años y transmiten sentimientos intemporales.

El cuerpo de sus personajes está reducido al mínimo necesario y las manos están empeñadas en sostener objetos, lo cual constituye otra señal de identidad.

Tuvo una gran riqueza de detalles y una excelente calidad en la preparación de pigmentos. Fue denominado como un cronista visual en su región.