A finales de 2014 se registró por primera vez en Guanajuato los primeros indicios de la plaga de pulgón amarillo del sorgo,la cual causó fuertes pérdidas en 2015 y que tras 4 años de esfuerzos entre autoridades y agricultores, finalmente ha sido controlada.
En algunos casos, cuando no se atendió oportunamente el cultivo, las pérdidas llegaron a ser de hasta un 100 por ciento pero, en promedio afectó la productividad en un 40 por ciento.
«Inicialmente los productores prácticamente no atendían al cultivo de sorgo después del control de malezas y una aplicación de agroquímicos para el control del gusano cogollero, no obstante, al comprender que el pulgón amarillo puede causar la pérdida total del cultivo si no se atiende oportunamente, los productores han cambiado el enfoque productivo del sorgo al pasar ahora a establecer un cultivo que necesita atención supervisión y cuidado continuo», detalló personal de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural.
A nivel gobierno, la presencia del pulgón amarillo ha cambiado el enfoque organizacional, ya que en el momento de auge de la plaga, no se contaba con personal suficiente para atender las solicitudes de asistencia técnica a los productores.
«Por esta razón, el Gobierno del Estado implementó una estrategia interinstitucional única en el país, que desembocó en una mayor atención hacia la plaga y el refuerzo de estrategias de trabajo con sectores públicos y privados, para responder de manera efectiva ante cualquier contingencia fitosanitaria que se pudiera presentar».