Están tres hermanas de 96, 94 y 92 años de edad vivían en su casa juntas.

Una noche la de 96 años empieza a llenar la tina para darse un baño, pone un pie dentro de la tina, hace una pausa y grita:

-¿ALGUIEN SABE SI ME ESTABA METIENDO A TOMAR UN BAÑO O ESTABA SALIENDO DE BAÑARME?

La hermana de 94 años le responde: NO SE, ESPERÁ QUE SUBO PARA VER.

Empieza a subir las escaleras hace una pausa y …grita: ¿ESTABA YO SUBIENDO LAS ESCALERAS O LAS ESTABA BAJANDO?

La hermana menor de 92 años estaba sentada en la cocina tomándose una taza de té y escuchando a sus hermanas. Mueve su cabeza y piensa: “EN VERDAD ESPERO NUNCA LLEGAR A SER ASI DE OLVIDADIZA, TOCO MADERA”, toca tres veces la mesa para que se le conceda ese deseo y luego les responde:

¡AHI VOY A AYUDARLAS, SOLO DÉJENME VER QUIEN ESTA TOCANDO LA PUERTA!

 

Este chiste no sólo enmarca lo que podría ser una posibilidad en nuestras personas, dado que conforme pasa los años, el cerebro también envejece y es inevitable que este tenga un desgaste o deterioro.

En la columna del día de hoy hablaremos sobre el desarrollo de la memoria. La memoria es aprender a codificar y recuperar la información de una manera eficaz, la edad y la experiencia nos ayudan a mejorar nuestro aprendizaje es decir a recordar mejor.

Es a la edad de 10 a 12 años en la que se tiende a recordar más información (etapa de la pubertad) porque se organiza la información de tal manera que la hacemos significativo y ¿por qué se vuelve significativa? porque va anclada a una emoción. Por eso es más fácil recordar una canción porque lo relacionamos con un viejo amor.

A lo mejor conocemos a alguien que tiene mala memoria, no necesariamente es porque tenga una falla en el cerebro, sino que puede que esté entablando malas asociaciones mentales. Se recomienda para que una persona recuerde mejor una palabra o número lo asocie con sonidos, experiencias o con otras palabras similares a las que quiere aprender. Otra estrategia que se utiliza mucho y es la más común es la famosa repetición.

Las estrategias organizacionales consisten en agrupar los elementos o la información que se quiere recordar en forma de esquema y nuevamente entablar relaciones entre dichas ideas.

Las estrategias de elaboración consisten en agregar algo a la información para hacerla más significativa y fácil de guardar. Ejemplo, cuando alguien quiere aprenderse los estados y las capitales de la República Mexicana para aprenderse la capital de Veracruz, que es Xalapa, le agregas información, por ejemplo la relacionas con un chile jalapeño y así será más fácil de recordar.

Todas las estrategias de recuperación son válidas, lo importante es que nuestra memoria brille por su presencia en el momento indicado.

A la hora de estudiar, estas pequeñas estrategias pueden sacar del apuro a los que sólo recuerdan por repetición. No es una tarea fácil pero ya saben lo que dicen “La práctica hace al maestro”