La fiesta de la vendimia Guanajuato, evento en el que diversos viñedos del estado abren sus puertas a la población y ofrecen un abanico de actividades, arte, bebida y comida, finalizó en San Francisco del Rincón.

Con el apoyo de autoridades municipales y estatales, bodegas el Lobo participó por primer vez en este evento, en el cual participó como sede de la clausura, y como primer viñedo de la zona de los Pueblos del Rincón.

Durante la vendimia, estuvieron presentes Fernando Olivera Rocha, Secretario de Turismo del estado de Guanajuato, Analy Ayala Mejía, directora de Desarrollo Económico en representación del alcalde, así como dueños del viñedo y participantes del evento; quienes dieron el corte de listón oficial al medio día.

“Estamos muy contentos por que la actividad vitivinícola sigue creciendo; este viñedo no se había integrado a las festividades de agosto, sin embargo ahora nos permite incrementar la cobertura de vendimias en Guanajuato, no solamente en el norte del Estado si no también aquí en San Francisco del Rincón”, comentó Olivera Rocha.

Autoridades destacaron que el turismo enológico genera beneficios a diversos sectores económicos del estado, como el campo, que además contribuye a impulsar la economía y la calidad de vida de las familias, fortaleciendo el posicionamiento de Guanajuato, como el ‘Destino Cultural de México’.

 

Viven el proceso de la creación del vino

Ubicado en un cerro a un costado de la carretera a San José de Otates, en la comunidad de San Lorenzo del Lobo, San Francisco del Rincón: Bodegas el Lobo han trabajado desde hace 8 años en la conformación de un viñedo que es capaz de ofrecer 5 variedades de uva en un espacio casi imposible, el cual compartió con decenas de visitantes durante el día de la Vendimia.

Desde las 7 de la mañana, visitantes del municipio y de diversas partes del estado, divididos en cuadrillas de trabajo, fueron capacitados en el reconocimiento de la uva, su dulzor y el corte de los racimos.

Una vez resueltas las dudas, los participantes del evento procedían a cortar las uvas y acercarlas al sitio de molienda.

Ya en el lugar, les explicaron que gracias a la maquinaria, las uvas son separadas de sus tallos y hojas, procediendo a ser reventadas y almacenadas junto con sus semillas y cáscara, para ser fermentadas.

Al finalizar la cosecha; los presentes fueron invitados a probar las 7 etiquetas que bodegas el Lobo produce, degustar pan al horno hecho ahí mismo, comer diversos platillos y aperitivos, así como a disfrutar de la vista del viñedo y los campos en la lejanía.

En el espacio preparado para el descanso de los invitados, cada uno de ellos pudieron disfrutar de música en vivo, interpretada por un violinista y un pianista, así como de la delicia de la risa y la compañía de viejos y nuevos amigos.

Al final del día, el ambiente bohemio dejó a cada uno de los presentes con una sonrisa y gran satisfacción por esta experiencia única.