Si bien el spinner es un juguete que está en mano de muchos niños y jóvenes. Termina siendo un dolor de cabeza para los maestros.

El spinner se vende como juguete terapéutico para niños con déficit de atención e incluso como artículo antiestrés para adultos. Álvaro Bilbao neuropsicólogo en el Hospital Johns Hopkins. afirma que «Lograr que un niño con déficit de atención se concentre en algo que se mueve es sencillo, pero no productivo porque no tiene repercusión a largo plazo. El spinner no regula el sistema atencional, que es el que realmente hay que trabajar en estos casos».

Lo que realmente funciona es trabajar el autocontrol, los límites y las normas. «El logro es conseguir que el niño se concentre solo, sin ayuda de un cacharro hipnótico. Una buena forma de incentivar esto en un caso de déficit de atención es animarle a que aguante lo máximo posible tranquilo o concentrado, haciendo los deberes, por ejemplo, sin ayudarse de ningún estímulo externo, y que vaya superando su marca personal». «Hay que lanzar mensajes realistas a los padres y no vender remedios milagros que no existen» señala el neuropsicólogo.

La verdad es que pueden comprarse en cualquier tienda, a diferentes precios, con miles de características diferentes. Otra verdad es que muchos colegios lo están prohibiendo, porque distrae al alumno. Es «adictivo» porque es sencillo. Dominarlo requiere pequeños desafíos que uno va superando sin problemas: primero piensas ¿seré capaz de hacerlo girar sin que se me caiga? Y cuando constatas que es la cosa más fácil del mundo, pruebas a hacerlo con cada dedo de la mano. Y por último con la nariz.Otra verdad inamovible es que es el juguete del momento.

No lectores, el día de hoy no se trata de satanizar el spinner, sino de cómo podemos hacer que este «juguete» tenga una funcionalidad en la vida escolar o familiar. Como docente he analizado su funcionamiento y he encontrado cierta funcionalidad que me gustaría compartirles.

El spinner dura apróximadamente de 2 a 4 minutos girando.

  1. Cuando se trata de hacer algún calculo mental, el alumno tiene que responder la mayor cantidad de tablas de multiplicar, indicadas por el maestros, puede ser oral o escrito.
  2. Si no han recogido el cuarto tiene la oportunidad de recoger su habitación en el tiempo que gira el spinner.
  3. Cuando se trata de algún tema de ortografía, el alumno deberá escribir la mayor cantidad de palabras que empieza con B, por poner un ejemplo, en el tiempo que gira el spinner.
  4. Si se quiere medir la velocidad lectora tanta en casa como en el aula, que la persona lea la mayor cantidad de palabras mientras gira el spinner. (Puede subir la dificultad, tomando en el cuenta la fluidez, entonación y la comprensión). 

Si queremos que nuestro niños y jóvenes jueguen con artículos más retadores en nuestra gama de juguetes mexicanos tenemos el trompo y el balero, a mi punto de vista desarrollan más habilidades motoras que el spinner.

Por favor papás, no se dejen vender la idea de que creen que si su hijo tiende a distraerse en clase, el spinner va a solucionar todos sus problemas del ciclo escolar.

Los déficit de atención e hiperactividad son temas de salud serios, que deben ser tratados por especialistas, no por un juguete de 200 pesos.


No es fácil ser padre o madre de familia, pero ya saben lo que dicen: «La práctica hace al maestro»


Compártenos ¿qué otras actividades se te ocurren con el spinner?