A nosotras las mujeres nos han catalogado así, pero se han puesto a pensar ¿por qué?
Desde tiempos remotos nos han visto como solo “amas de casa” y no como “jefas de familia” en las grandes empresas nos catalogaban como “asistentes” o “secretarias” en una construcción podemos ayudar a hacer solo de comer o el aseo, en las grandes marcas éramos solo la “cara bonita” de un comercial o en cualquier evento un adorno más.
Ahora todo ha ido cambiando, progresivamente la humanidad se ha ido dando cuenta de que las mujeres pueden hacer los mismos trabajos que un hombre.
El problema es que no todas están consientes del cambio tan importante y por lo tanto se reprimen, ellas mismas siguen propiciando el machismo desde el hecho de casarse con un hombre adinerado para que en cierta forma la mantenga a ella y a sus hijos, sin ponerse a pensar que depender de cualquier persona es peligroso ya que las circunstancias de la vida pueden variar y si la mujer no está preparada, el día que falte su marido lo perderá todo.
Otro ejemplo claro son esos cursos para que las mujeres puedan empoderarse, las enseñan a hacer pasteles, costura, artículos del hogar y todas esas cosas delicadas y fáciles que las mujeres pueden desempeñar, eso está bien pero lo interesante es que les enseñaran algo de electricidad, de ingeniería, arquitectura…
“Las chicas no podemos por ningún motivo pedirle que se case con nosotras a un hombre” la chica que hace esto es totalmente criticada como una “urgida” “rogona” y en ocasiones como “fácil” si bien es cierto que es un detalle hermoso por parte del hombre, nosotras también tenemos derecho de poder hacerlo.
Lo peor de todo este caso es que nosotras hacemos que otras mujeres sean insultadas de esta manera, no nos apoyamos y en vez de esto criticamos.
El empoderamiento no es solo insultar a los hombres y creernos mejores, el género masculino o femenino no te hace más fuerte o más débil, simplemente somos seres humanos, si eres capaz de cargar una tonelada sobre tu espalda, hazlo, si puedes hacer un delicioso pastel hazlo.
Nunca dejes de soñar, valorar el buen trabajo, no discriminar y sobre todo tratar con respeto a cualquier ser humano es lo ideal en cualquier género.
Mujeres, felicidades por darnos la vida y por ser tan maravillosas en todo lo que hacen.
Nunca dejen de soñar y mucho menos de lucha por alcanzar sus sueños.