A medida que la competencia es cada vez mayor y los productos ofertados en el mercado son cada vez más variados, los consumidores se vuelven cada vez más exigentes. Ellos ya no sólo buscan calidad y buenos precios, sino también un buen servicio al cliente, y cuando ellos encuentra el producto que buscaban, y además reciben un buen servicio al cliente, quedarán satisfechos y esa satisfacción hará que regresen y vuelvan a comprarnos, y que muy probablemente nos recomienden con otros consumidores.
El servicio al cliente es el servicio o atención que una empresa o negocio brinda a sus clientes al momento de atender sus consultas, pedidos o reclamos, venderle un producto o entregarle el mismo. Una empresa o negocio brinda un buen servicio al cliente cuando trata a sus clientes con amabilidad, les da un trato personalizado, los atiende con rapidez, les ofrece un ambiente agradable, y los hace sentir cómodos y seguros.
Por otro lado, aún si el cliente encuentra el producto que buscaba, si recibe una mala atención, no sólo dejará de visitarnos, sino que muy probablemente también hablará mal de nosotros y contará la experiencia negativa que tuvo a un promedio de entre 9 a 20 personas dependiendo de su grado de indignación.
El buen servicio al cliente debe estar presente en todos los aspectos del negocio en donde haya alguna interacción con el cliente, desde el saludo del personal de seguridad que está en la puerta del local, hasta la llamada contestada por la secretaria. Para lo cual es necesario capacitar y motivar permanentemente al personal para que brinde un buen servicio, no únicamente a aquellos trabajadores que tengan contacto frecuente con el cliente, sino a todos los que en algún momento puedan llegar a tenerlo, desde el encargado de la limpieza hasta el gerente general.
Te dejamos estos cuantos tips para brindar un buen servicio al cliente:
- Amabilidad: Bien dice el dicho, se atraen más moscas con miel que con hiel; la amabilidad y respeto son, además de las sonrisas, el tener un trato de cortesía y paciencia al momento de brindar el servicio, lo que al final del día se traduce en la satisfacción del cliente.
- Atención personalizada: Cada cliente es diferente y tiene necesidades específicas, por lo que también requerirá una atención individual y especial.
- Rapidez en la atención: La rapidez va de la mano de la facilitación del servicio, es decir, el que tu cliente tenga lo que quiere de forma fácil y rápida.
- Ambiente agradable: Recuerda nadie quiere estar o comprar en un lugar en donde no se sienta a gusto.
- Comodidad: ya sea en el sentido físico (muebles y locación) como en facilidades de compra, la comodidad es el estar presente en la vida cotidiana de tu cliente, sin que ello signifique un esfuerzo para éste.
- Seguridad: Ya sea en métodos de pagos, en tiempos de entrega o en localización de la tienda, la seguridad es uno de los aspectos más importantes. Si el cliente no se siente seguro o no confía en ti, entonces no te comprará.
- Higiene: ya lo hemos dicho antes y lo repetiremos ahora, de la vista nace el amor. Si los empleados, las oficinas o la tienda se ven sucios y descuidados, es muy poco probable que el cliente llegue a enamorarse de tu negocio.