Hay quienes creen que la imagen lo es todo, y muchos otros que piensan que no lo es, pero ¿tú qué crees?
Imagínate que eres un empresario multimillonario, que haces relaciones públicas en todas partes pero tu ropa y aspecto físico dicen todo lo contrario. No te voy a decir que tienes que vestir traje sastre y corbata muy fina, a lo mejor y te gusta andar de chanclas y en shorts todo el tiempo, y si te pregunto, ¿te importa la imagen?
Probablemente me dirás que la imagen no te importa y que así es tu forma de vestirte porque no quieres impresionar a nadie por la manera en la que luces.
Si yo te digo ahora que por tu cumpleaños te regalaré un traje de una marca muy reconocida pero que lo tienes que usar la fuerza tal vez me dirás que la gente así no es como normalmente te ve y que por ningún motivo lo usarías, entonces déjame decirte que la imagen si te importa.
En primer lugar porque tú ya te has formado una imagen en el medio social donde te desenvuelves y las personas ya conocen tu estilo.
Los estilos y la imagen van de la mano ya que cada imagen tiene un estilo diferente y único. La sociedad se ha encargado de colocar estereotipos en nosotros y clasificarnos por la marca de ropa que usamos o la manera en la que lucimos.
En variadas ocasiones vemos a un tipo con tatuajes por la calle eh inmediatamente nos cruzamos de banqueta por miedo a que nos asalte, porque así es como nos han enseñado desde pequeños que por el aspecto que da nuestra imagen es lo que define nuestra actitud, muy seguramente nos equivoquemos al asustarnos o tal vez ya eliminemos las barreras de nuestra mente.
Todos debemos de crear una imagen en nuestra vida, debemos ir formandola dependiendo de cómo te gustaría que las personas te vieran por la calle, en tu carrera profesional, trabajo, escuela, pareja… La imagen va más allá de la manera en que vestimos, mostramos lo que queremos que los demás vean, yo siempre he dicho, “Si quieres ser comienza por parecer” y tu ¿Qué pareces?.