Pareciera que la semana pasada presentíamos algo con respecto a las estadísticas y nuestro Estado, pues antes de que nos amaneciéramos en primer lugar de homicidios dolosos, nosotros ya nos habíamos pronunciado al respecto. Lo sorprendente es que, al investigar un poquito sobre el tema, nos dimos cuenta de que este es su tercer top uno para Guanajuato.

En Enero y Julio, para el Observatorio Ciudadano, nuestra Entidad ya estaba posicionada en el primer sitio. Y aunque, como Guanajuatenses quisiéramos creer que esto es por obra de magia o generación espontánea, la realidad que nos presentan es otra. En la revista “Nexos” del mes de Julio, se pudo leer el artículo titulado “Trayectorias de violencia homicidios 2008-2014 escrito por Miguel Ángel Berber Cruz, en el cual hacen un balance sobre la evolución histórica de los homicidios en México por Estados. Si bien, este análisis no tiene como finalidad el generar un ranking si presenta las evoluciones de las estadísticas y es justo en este tema donde nos muestran, basándose en información del INEGI, que para el 2014 Guanajuato presentaba un incremento del 169% en el periodo 2007-2011 y sobre este al 2014 otro más del 27%, siendo de las 3 Entidades que presento un mayor aumento.

Quizá la gente no siente este incremento de cifras, tal vez no sucumben al miedo y el pánico colectivo aún no se generaliza en la población y es por esto que se ponga entre dicho tales números; lo que es una realidad es que la violencia está aquí, vive con notros y llego para quedarse un largo tiempo.

Iniciamos con esta información pues queremos hacer un cruce de datos para poder llegar a nuestro punto fundamental para esta nota; los jóvenes en el Estado, y en particular en nuestra Región, ¿son los que albergan a la violencia y le abren la puerta para que se quede en los Pueblos del Rincón?

El segundo punto que queremos rescatar es el bono poblacional. El Estado, y en particular los Pueblos del Rincón, están viviendo un momento de “Bonanza” en lo que a población se refiere, recordaran que en nuestra primera participación platicamos de esto. Cada vez somos más jóvenes los que convivimos en los Pueblos del Rincón, y curiosamente inicio en el mismo lapso de tiempo que fue medida la violencia y los homicidios en el Estado por el INEGI y presentada en la revista antes citada.

Entonces, para que no se me pierda e ir de la mano juntos querido lector, tenemos que, El Estado fue creciendo año con año en el tema de homicidios dolosos y la violencia en general hasta posicionarse en el primer lugar del país, al igual que el bono poblacional en Guanajuato que no es otra cosa más que el aumento de jóvenes ciudadanos en nuestra Entidad. Es necesario aclarar que con esto no pretendemos culpar a los chavos del incremento de homicidios, que dicho sea de paso el Gobernador aclaro que no es por cuestiones de violencia sino por las carreteras que tenemos y la imprudencia al volante de muchísimos paisanos. Lo que queremos mostrarles es como la Violencia se volvió un producto muy rentable para las juventudes que nos rodean y el cómo, esto afecta directamente en la forma de vida que tenemos.

En un mundo donde aparentemente todo tiene precio y se tiene una visión consumista, no es de asombrarse que la violencia sea un producto. Música, ropa, bebidas y un sinfín de accesorios, utilizados por gente involucrada directamente con alguna organización delictiva, inundan los escaparates y puestitos del mercado; los chavos quieren parecerse a los malos.

Según varios psicólogos, investigadores y profesionales en el tema, existen varios factores del porque se está consumiendo más la violencia y, en algunos casos, lleva al consumidor a verse inmerso en episodios reales de esta. Todos coinciden en dos aspectos; la segregación familiar y la búsqueda de identidad basándose en la ausencia de valores.

Los estados con mayor incremento en la violencia son también los que más “exportan” mano de obra barata para los EUA. Nuestro Estado es uno de estos y con respecto a nuestra Región, también somos una fuente importante de migrantes, pero aquí varía la segregación del núcleo familiar, pues se presenta con características propias de un lugar industrializado. Las jornadas de trabajo extensas, en la cual se ven involucrados ambos padres, es quizá la mayor constante, aunque también se ven presentes otro tipo de segregación. El descuido, la irresponsabilidad, la separación consensuada o alguna adicción son ejemplos de esto.

La búsqueda de identidad por parte de una persona que ha vivido sin que se le fomenten valores humanos de calidad, generalmente se orienta a ejemplos de “éxito” superficial o bien a costa de lo que sea. Esto lleva a que sean involucrados en crímenes, bandas delictivas, adicciones y obviamente la violencia.

Podríamos seguir infinitamente en este tema, pues, como lo dice nuestra compañera encargada del acompañamiento emocional, el ser humano es cíclico, y por consiguiente el esquema que presentamos se repite con variaciones, pero siempre con las mismas constantes.

En conclusión podremos decir que; la violencia fue creciendo con el aumento de jóvenes en nuestro Estado y que, a falta de programas efectivos de prevención, recreación y formación, esta se convirtió en algo muy atractivo para los chavos de los Pueblos del Rincón y Guanajuato. Ahora tenemos frente a nosotros un gran reto; ¿Cómo evitar que sean cada vez más los jóvenes que consumen la violencia y sin percatarse, sean ellos los que terminan comidos por ella?

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