Hoy, en San Francisco del Rincón, somos reconocidos como la «Capital Mundial del Sombrero», esta identidad y desarrollo económico se debe a una tradición que comenzó de forma modesta en el siglo XVIII.

La elaboración del sombrero nació cuando mujeres de la región comenzaron a trenzar palma para protegerse del sol y la lluvia, utilizando el material disponible en el entorno. Estas manifestaciones artesanales se convirtieron rápidamente en una actividad económica importante que ya para el siglo XIX, se formalizó en la manufactura de sombrero y representaba el sustento de más de la mitad de la población económicamente activa del municipio.

Barrios como San Antonio, El Llano, San Miguel y Los Remedios, concentraban a las familias que mantenían viva la tradición sombrerera, transmitiendo el oficio a las siguientes generaciones; para 1894, Donaciano Ramírez introdujo una máquina especial para coser sombreros, marcando un antes y un después en la producción artesanal, que empezó a adoptar procesos más eficientes sin perder su esencia manual.

Desde sus inicios en el siglo XVIII, cómo actividad artesanal iniciada por mujeres, a la transformación en una industria fundamental para el municipio, la producción de sombrero se diversificó en técnicas y materiales, pasó de la palma y el junco a textiles de alta calidad, fieltro, lana, pelo de animal, fibras sintéticas y cuero, lo que permitió que los sombreros elaborados por francorrinconenses alcanzaran mercados internacionales.

Más allá de lo económico, la industria del sombrero ha moldeado nuestra identidad cultural y sentido de pertenencia, compartimos el orgullo de una industria local, sin dedicarnos directamente a su fabricación. La figura del sombrerero y su simbología como parte del atuendo mexicano tradicional, han fortalecido la industria.

La Feria Nacional del Sombrero, surge como una iniciativa del gobierno municipal, en un momento clave de intensos cambios económicos globales y hasta de salud, para ofrecer herramientas de apoyo a una industria en crecimiento; ahora es una apuesta ambiciosa que combina tradición, arte y negocios, y que ha permitido visibilizar y fortalecer esta actividad económica. Con miles de visitantes, cientos de expositores y una creciente derrama económica, la FENS es hoy una plataforma vital para que esta tradición siga viva, moderna y vigente.

Este importante evento, ha demostrado ser de gran impacto económico y turístico para la región, recién concluye la edición 2025, que no tengo duda, superarán los números registrados el año pasado de una asistencia de más de 22 mil 500 personas, con un 60 por ciento de visitantes locales y un 40 por ciento provenientes de otras regiones y países, incluyendo Estados Unidos, Canadá, España, Alemania y Brasil.

La derrama económica alcanzó los 12 millones 375 mil de pesos, superando las expectativas iniciales. Este crecimiento se reflejó también en la generación de empleos, con 200 puestos directos y 150 indirectos.

Según datos de la Secretaría de Economía, en 2023, los principales productos exportados internacionalmente por el municipio incluyen:

  • Sombreros con encaje, fieltro u otros materiales textiles, que representaron el 44.1 por ciento del total de ventas internacionales, con un valor de 17.9 millones de dólares.
  • sombreros trenzados, ocupando el segundo lugar con el 43,1 por ciento de las exportaciones, equivalente a 17,5 millones de dólares.

Los principales mercados de destino para las exportaciones internacionales fueron Estados Unidos, con un valor de $3.35 millones de dólares estadounidenses (USD), seguido por Colombia, que alcanzó un monto de $224 mil USD, y Panamá, con $134 mil USD.

Actualmente, se estima que el 90 por ciento de la producción se destina a mercados internacionales, incluyendo Estados Unidos, Canadá, Brasil y Alemania, consolidando así su vocación global.

Estos datos reflejan la significativa preponderancia del mercado estadounidense como socio comercial prioritario, mientras que los destinos en América Latina, aunque con volúmenes menores, representan nichos relevantes para la diversificación del comercio exterior.

Esta más que claro que en San Francisco del Rincón, le ponemos el sombrero al mundo entero.

Feliz Día.