A 130 años de su hechura, el prodigioso autorretrato que Hermenegildo Bustos realizó “para ver si podía”, regresó a Purísima el pasado 12 de agosto, como protagonista de la exposición “Lo secular y lo sagrado en la obra de Hermenegildo Bustos”.
Inaugurada en el Museo dedicado a su persona, se trata de una de las más importantes muestras dedicadas a Hermenegildo Bustos en Guanajuato, con más de medio centenar de obras originales, entre dibujos y óleos; además de reproducciones de arte sacro y una docena de máscaras de la Judea, tradicional representación purimense de Semana Santa a la que también contribuyó el artista.
La exhibición integra obras pertenecientes al acervo del Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato y más de una veintena de piezas procedentes de colecciones como las del Museo Soumaya, el Instituto Nacional de Bellas Artes, Mi Museo Universitario DevLa Salle Bajío y el Museo Regional de Guanajuato Alhóndiga de Granaditas.
La inauguración de la muestra estuvo encabezada por Marco Antonio Padilla Gómez, presidente municipal de Purísima del Rincón y Adriana Camarena de Obeso, directora del Instituto Estatal de la Cultura, quien señaló: “la exhibición que hoy abrimos permite asomarnos a la grandeza técnica y pictórica de un artista que de manera autodidacta ejecutó sus obras, sin imaginar que nos seguirían conmoviendo más de un siglo
después”.
Camarena de Obeso destacó que en la exposición se incluyen piezas icónicas “que hace mucho no se presentaban o se presentan por primera vez a los guanajuatenses”.
Tal es el caso del autorretrato de Bustos, custodiado actualmente por el Museo Nacional de Arte, y cuya última exhibición en el estado data de hace más de tres décadas.
La exhibición, con la curaduría de Gutierrez Aceves, destacado estudioso de la obra de Bustos, examina las dos aristas principales en el quehacer del guanajuatense: lo secular y lo profano: el universo de los santos y vírgenes y los terrenales señoríos de los humanos.
“Si bien, Hermenegildo Bustos es reconocido por su importante producción de retratos, no debemos dejar de lado obras excepcionales -que son
capitales para la comprensión de su pintura- como los bodegones y el registro de fenómenos astronómicos, así como su destacada obra religiosa”.
El discurso museográfico de la exposición se articula en siete núcleos temáticos que recorren distintos segmentos de la pintura religiosa realizada por Hermenegildo Bustos: imágenes marianas, pinturas de santos y escenas bíblicas para el culto doméstico, una pequeña sección de exvotos y reproducciones de sus imágenes plasmadas en las pechinas de la parroquia de Purísima de Bustos.
El hemisferio de lo profano en la exposición se nutre con una sección dedicada a la Judea, con las máscaras de los distintos personajes que diseñó Bustos hace más de 140 años para esa representación popular, devota pero también sarcástica y el extenso núcleo de retratos, con más de una veintena de piezas, donde se deja ver la genialidad en la representación alcanzada por “el más universal de los purimenses”.
Hermenegildo Bustos nació el 13 de abril de 1832. A lo largo de su vida ejerció indistintamente los oficios de pintor, nevero y agricultor. También se desempeñó como carpintero y músico y tuvo una activa participación en las dramatizaciones rituales de la Semana Santa.
Falleció el 28 de junio de 1907 y fue hasta la segunda mitad del siglo XX que se le reconocería como uno de los grandes artistas de la pintura mexicana, no obstante, o quizá gracias a eso, que estuvo exento de las tendencias estéticas académicas de su tiempo y logró crear novedosos retratos de un gran naturalismo.
“Lo secular y lo sagrado en la obra de Hermenegildo Bustos” estará abierta al público en el Museo Hermenegildo Bustos, en Purísima del Rincón, hasta junio de 2022.