Stands, clientes, proveedores, conferencias magistrales y miles de modelos de zapato para todo público, son las ideas que vienen a la cabeza cuando pensamos en SAPICA.

La feria de calzado más grande de Latinoamericano se lleva a cabo dos veces al año en la ciudad de León con una duración de 4 días pero, detrás de este evento existe una serie de esfuerzos titanicos que dejan boquiabierto a más de uno.

En primer lugar tenemos al protagonista de la feria: el calzado.


Las marcas ofrecen decenas de nuevos modelos en cada edición, los cuales con seguridad no existían hace 12 meses.
En un tiempo récord y con el apoyo de modelistas, diseñadores, mercadólogos y otros elementos en la compañía, se boceta el nuevo zapato, bota, tennis o sandalia.

Se escogen los materiales y los colores, se experimenta y se realizan los primeros modelos, si el calzado pasa las pruebas tanto de calidad como de aceptación por parte del público muestra y de los directivos, es un modelo viable, en cambio, sino pasa, deberá reiniciarse el proyecto o declararse como no válido.

En los aparadores de la feria, sólo se aprecia lo mejor de lo mejor, el resultado de incontables horas de trabajo.

Hablando de los aparadores, SAPICA destaca por sus atractivos stands; en los que cada marca busca brindar una experiencia única a sus clientes.

Boutiques, ranchos, florerías, clubes privados, son algunos de los espacioa diseñados con el objetivo de atraer al público y que conozca el producto.

No es de extrañar pues, que exista toda una industria para ofrecer moobiliario y artículos diversos. Renta de salas, alfombras, sillas, escritorios, pantallas, audio, y diversos objetos para exhibición; lo que se necesita, se consigue.

Durante los días previos se pueden ver a decenas de carpinteros y trabajadores concentrados en planos y bosquejos; son dos ferias al año y en cada una se ofrecen conceptos diferentes.

Aquí es necesario hacer un alto y destacar el esfuerzo logístico realizado por las cámaras empresariales como CICEG, y el gobierno en sus tres niveles, quienes aportan y apoyan a los diversos proyectos, tanto de innovación, como incubación, desarrollo y emprendimiento, que se muestran durante la feria.

En definitiva, 4 días de exposición son sólo una parte del universo en que se ha convertido la industria del calzado en León y los Pueblos del Rincón.