Un campo lleno de vides y protegido por ángeles, una cava excavado a 14 metros bajo tierra y protegida por monjes de piedra, el aroma del vino y de la Uva, el sonido de una fuente y los insectos.

Hablar de Vinos Toyán es hablar de sensaciones, impresiones y magia.

Ubicados en el kilómetro 8.5 de la carretera San Miguel de Allende – Querétaro, son dirigidos por Martha Molina, quien inició con este sueño hace 15 años.

Es en medio de este terreno cerca de la carretera, dónde ocurre la magia; gracias a la cual la uva se transforma en vino después de años de espera.

Si acude en compañía de amigos o seres queridos, el camino de entrada te recibe con la imagen de los cultivos a ambos lados, te recomiendo que vayas con las ventanas abajo, ya que así notarás un olor dulzón que poco a poco se hace más fuerte.

El aroma del vino inunda el lugar, cada rincón del viñedo está impregnado de los olores del fruto de la vid.

Este lugar que visitas esta lejos de ser típico o cotidiano, estatuas y fuentes rodean el camino de entrada, una capilla auditorio, te recibe, como si llegarás a un antiguo monasterio cuyos habitantes han sido convertidos en piedra.

Las imágenes de los monjes de piedra son constantes, algunos de ellos rezando, otros leyendo y algunos más con botellas de vino; cada uno representa escenas típicas de una abadía, son las imágenes encargadas de proteger cada parte del proceso y son un recordatorio de que gracias a ellos, se trajo esta bebida al continente Americano.

La cava está construída a 14 metros bajo tierra y fue excavado con el objetivo de mantener una temperatura constante y natural para preservar el vino, sin necesidad de refrigeración artificial.

En el lugar, se ven algunas botellas, conservadas como en los primeros tiempos, además de múltiples racks que albergan miles de botellas y decenas de barricas que gestan el líquido que pronto será vino.

Sin abandonar el lugar, puedes solicitar diversos servicios en la cava, entre ellos, tener una cena romántica rodeado de una tenue luz y reuniones en un comedor con espacio para decenas de personas.

 

Toyán proviene del nahuatl y significa «De dónde proviene el conocimiento», sin lugar a dudas, el conocimiento de la vid y de su proceso de transmutación en el vino, es reservado sólo para aquellos con la pasión y paciencia necesarios,ya que son los únicos productores en el estado en ser reconocidos por su vino orgánico.

 

¿Deseas conocer más de vinos Toyán?

Visitalos durante su quinta Fiesta de la Vendimia, la cuál será el próximo sábado 26 de agosto, de 12 del día a 9 de la noche.

Tendrá un costo de mil 500 pesos por persona e incluirá las siguientes actividades:

12:00 pm Cocktail de bienvenida

12:30 pm Inauguración y visita de stands, entre los que figuran el Pueblo Mágico de Yuriria.

1:30 pm Cata a ciegas con vinos del Bajío, con la enóloga Alejandra Cordero.

3:00 pm Plática Gastronomía y vino mexicano, con el chef Carlos Moreno.

5:00 pm Ceremonia tradicional de bendición del viñedo y pisa de la uva.

6:00 pm Cena Show con teatro